Las polémicas de Israel en su camino a Eurovisión 2024
Es tradición que la celebración de Eurovisión se vea envuelta por alguna polémica. Este año, el motivo de controversia ha sido la participación de Israel en el certamen después de estallar el conflicto con Gaza en octubre de 2023. El país de Oriente Medio participará aunque su candidatura sea puesta en entredicho cada día con protestas, manifiestos y boicots.
La gran polémica que ha sobrevolado Eurovisión 2024 desde la convocatoria de la edición ha sido la participación de Israel por la invasión, hace un año, de Gaza.
Aunque desde el principio, algunos miembros de la Unión Europea de Radiodifusión (ER), organizaciones humanitarias y pacifistas, músicos participantes e incluso miembros de gobiernos de países de la Unión Europea solicitaron excluir a este país del concurso —igual que se hizo con Rusia en 2022—, la organización confirmó su presencia en el festival.
"La UER es una organización dirigida por sus miembros. Los órganos de gobierno de la UER, encabezados por el Consejo de Administración, representan a los miembros. Estos organismos evaluaron la lista de participantes y decidieron que la emisora pública israelí cumple con todas las normas de competencia. Junto con otras 36 emisoras, podrá participar en el concurso el próximo año”, comunicó la organización ya en el mes de diciembre de 2023..
Muchas fueron las voces que clamaron a favor del veto del país que preside Netanyahu por la brutalidad de los ataques sobre la población palestina y el doble rasero que mostraba la organización, pues en 2022 Rusia fue excluida del certamen por la invasión a Ucrania.
En el país anfitrión, Suecia, más de mil músicos firmaron un manifiesto pidiendo la prohibición de participar en el concurso a Israel. En Bélgica, dos de sus ministros se sumaron a esta petición: "Al igual que Rusia ha sido excluida de los concursos y de Eurovisión tras su invasión de Ucrania, Israel debería ser excluida hasta que ponga fin a sus flagrantes violaciones del derecho internacional, que están causando miles de víctimas, especialmente niños". En Reino Unido se ha cancelado, a modo de protesta, una de las proyecciones más famosas que se celebran la noche de la final, la Eurovision Party.
Además, nueve de los candidatos a Eurovisión 2024 —Bambie Thug de Irlanda, Gate de Noruega, Iolanda de Portugal, Megara de San Marino, Nemo de Suiza, Olly Alexander de Reino Unido, SABA de Dinamarca, Silvester Belt de Lituania y Windows95man de Finlandia— también firmaron un comunicado conjunto rechazando la participación de Israel. “Creemos firmemente en el poder unificador de la música, que permite a las personas trascender las diferencias y fomentar conversaciones y conexiones significativas”, decía el texto difundido por estos artistas en redes sociales.
Las protestas de algunos artistas y de organizaciones fueron elevando la tensión y la UER —Unión Europea de Radiodifusión— se vio obligada a emitir otro comunicado y a pedir que cesase el acoso a los artistas participantes para que se posicionasen sobre el conflicto:
“La UER ha explicado previamente el motivo de la inclusión de KAN —Corporación de Radiodifusión Israelí— y las diferencias entre ellos como emisora independiente y los participantes anteriores que fueron excluidos. El debate constructivo es una consecuencia positiva de tales decisiones. Sin embargo, si bien apoyamos firmemente la libertad de expresión y el derecho a expresar opiniones en una sociedad democrática, nos oponemos firmemente a cualquier forma de abuso, discurso de odio o acoso online dirigido a nuestros artistas o cualquier persona asociada con el concurso. Esto es inaceptable y totalmente injusto, dado que los artistas no tienen ningún papel en esta decisión”.
Una candidatura dos veces desclasificada
La polémica se infló aún más cuando Israel presentó la canción candidata, October Rain, interpretada por Eden Golan, que fue desclasificada por contener "mensajes políticos" y referencias explícitas al conflicto en Gaza.
La KAN se negó en rotundo a modificar la letra de la canción, pero la intervención del gobierno israelí, que considera prioritario su presencia en el festival, trató de hacer todo lo posible por conseguir el ‘ok’ de la organización.
El país cambió entonces el tema por Dance Forever, pero de nuevo se planteó el mismo problema. A punto de agotarse el plazo, la UER aprobó la última opción, Hurricane.
Con todos los países instalados en MalmÖ a la espera de que se celebren las semifinales y la final el próximo 11 de mayo, Israel se ha vuelto a hacer notar antes de empezar el concurso. El pasado domingo tuvo lugar la tradicional ceremonia de bienvenida, a la que acudieron todas las delegaciones participantes, excepto la de Israel.
Eden Golan, la candidata, ya había participado en los ensayos pero rechazó su presencia en el desfile alegando como razón oficial la conmemoración del Día de la Memoria del Holocausto.
Máxima tensión en Malmö
Entretanto, los planes de boicot a la actuación de Israel han corrido como la pólvora por las redes sociales bajo el hashtag #BoycottEurovision, animando al apagón mientras que la cantante esté en el escenario.
Las protestas por la presencia de Israel además han obligado a elevar las medidas de seguridad en Malmö pues se han convocado dos manifestaciones en el centro de la ciudad el jueves 9 de mayo, día de la segunda semifinal en la que participa Israel, y el sábado durante la final. Además, hay anunciada una contraprotesta a favor de Israel en otro importante punto de la población que acoge Eurovisión 2024.