PARA CONCIENCIAR A OTRAS MUJERES

Una joven explica cómo estuvo a punto de morir por dejarse un tampón 5 días puesto

Amy Williams, una joven británica de 24 años, ha relatado su terrible experiencia que casi le cuesta la vida por dejarse un tampón puesto durante 5 días. La joven ingresó en el hospital con una sepsis por la que estuvo inconsciente durante una semana, y aunque se ha recuperado quiere advertir a otras mujeres que usen adecuadamente este tipo de productos.

Imagen de la joven que casi muere tras dejarse un tampón cinco días // Facebook: Amy Williams

Europa FM

Barcelona 11/10/2020 16:47

Amy Williams, una joven de Essex (Reino Unido) y madre de una niña de 3 años, ha querido contar una experiencia horrible con un tampón por la que casi pierde la vida al diario británico Daily Mail.

Todo ocurrió una noche del mes de junio de 2019 cuando Amy y su marido salieron de fiesta. En un momento de la noche, Amy fue al baño a cambiarse el tampón pero como no encontró el hilo pensó que ya se lo había quitado y se puso otro.

Cinco días después, Williams empezó a notar un fuerte olor que salía de su vagina y se fue a duchar inmediatamente. Al ver que tras lavar su zona íntima el desagradable olor no desaparecía, se exploró y encontró un tampón en el interior de su vagina que pudo sacarse ella misma tras media hora intentándolo.

Cuando lo sacó vio que la sangre del tampón se había vuelto negra y empezó a notar fuertes dolores abdominales. Dos días después, mientras estaba en el trabajo empezó a sentir náuseas y notó que tenía fiebre, motivo por el que la trasladaron de urgencia al Hospital Universitario de Basildon.

"Me llevaron rápidamente a una sala y me conectaron a un goteo de antibióticos mientras me hacían análisis de sangre", explica Amy al citado medio asegurando que en ese momento sus órganos ya habían empezado a fallar: "El médico me dijo que si no hubiera ido al hospital ese día, no habría sobrevivido".

Los médicos le diagnosticaron sepsis, también conocida como síndrome de shock tóxico. Cuando un cuerpo entra en este estado, es su máxima respuesta frente a una infección. Y si no se trata de forma rápida puede dañar gravemente los tejidos e incluso provocar un fallo multi-orgánico que lleve a la muerte.

Afortunadamente Amy se recuperó tras una semana ingresada en la que perdió el conocimiento y durante la cual le estuvieron suministrando antibióticos para combatir la infección. A los 7 días fue dada de alta pero continuó con el tratamiento antibiótico en casa mientras seguía monitorizada por los médicos.

Una vez recuperada, los médicos le dijeron que esta grave infección podía dejarle secuelas como impedir que se pudiese volver a quedar embarazada, aunque contra todo pronóstico, Amy está esperando su segundo bebé.

Aún así, la joven ha querido explicar su testimonio para que otras mujeres tengan cuidado a la hora de utilizar este tipo de productos: "He estado usando tampones durante diez años, pero nunca volveré a usar uno y quiero advertir a las mujeres y las niñas de que los usen adecuadamente", explica.