Un borracho escala una montaña de los Alpes pensando que iba a su hotel
Pavel, un joven estonio que celebraba su cumpleaños en Italia, se bebió unas cuantas copas de más hasta tal punto de no recordar el camino exacto hasta su hotel. Hasta ahí nada extraordinario si no fuese porque el bueno de Pavel se puso a subir una montaña de 2.400 metros de altura llegando al bar de la cúspide, donde decidió "dormir la mona".
Pavel, un joven estonio de 30 años, viajó hasta Italia para celebrar su cumpleaños por todo lo alto... Y efectivamente, ¡terminó en las alturas!
Tras beberse unas cuantas copas de más durante la fiesta en Cervinia, en el Valle de Aosta, Pervel decidió poner rumbo a su hotel, pero el acohol le jugó una mala pasada.
Según recoge el diario italiano La Stampa, el estonio debió coger uno de los últimos teleféricos de Plan Maison a Cervinia y se embarcó, sin saberlo, en una escalada por una montaña hasta que llegó al bar "iglú" que hay en su cúspide, perteneciente a unas pistas de esquí.
Cuando los trabajadores del bar llegaron a la mañana siguiente, se encontraron la cerradura forzada y a un "cliente" en su interior profundamente dormido. Eso sí, después de tal caminata se había bebido dos botellas de agua que había encontrado en su interior.
Tras haber sido encontrado, se canceló el operativo de búsqueda que se había activado cuando desapareció tras la fiesta y por el que Pavel podría ser sancionado.