EMINENCIA DE LA MÚSICA

Ainhoa Arteta, de cerca: cuatro bodas, dos hijos, víctima de abusos y por qué le falta un dedo

La soprano es mucho más que una de las grandes voces de nuestro país. Ainhoa Artetaha superado un montón de dificultades mientras mantenía su carrera en lo más alto del mundo de la ópera. No solo ha vivido desengaños amorosos, también los problemas de salud que le han llevado a perder un dedo.

Ainhoa Arteta | Gtres

Europa FM

Madrid13/10/2022 20:33

Una eminencia en el mundo de la ópera y una de las artistas españolas más reconocidas internacionalmente. Ainhoa Arteta, de 58 años, comenzó muy joven su andadura profesional.

Nació en el seno de una familia humilde de Tolosa, en Guipúzcoa, y solo tenía seis años cuando su padre vio algo especial en ella. Tenía talento y capacidad así que poco a poco empezó a moldear su voz para ser la mejor en su profesión.

Le regaló un disco de María Callas y poco después empezó a formarse en el coro Eresoinka, fundado por su propio padre, profesor de música. Su familia tuvo que hacer grandes sacrificios para financiar vestuarios, castings y sus clases en el conservatorio de San Sebastián.

"Si yo hubiera sido hija de alguna artista, posiblemente no me hubiese dedicado a la música. En mi caso no fue así, porque mi madre era peluquera y mi padre, profesor de música", contó Arteta a ABC, donde reconoció que su padre tuvo claro su éxito desde el principio: "Cuando vio cómo cantaba y bailaba se dio cuenta que era un animal escénico".

Del Conservatorio viajó a Nueva York con una beca para matricularse en el Actors Studio, donde recibió clases particulares de Luciano Pavarotti, una preparación vocal que no estaba al alcance de cualquiera.

"Mi hermano vistió muchos años el mismo vaquero que, al final, llevaba roto. Hoy estaría de moda, pero entonces lo pasaba fatal viendo que a él no le compraban ropa por mi culpa", contó a XL Semanal.+

Cuatro maridos, cuatro bodas y dos hijos

"Me he casado cuatro veces, pero no soy nada promiscua. Me enamoro y me caso, y así me salen las cosas". Así resumía Arteta su vida amorosa en una de sus últimas visitas a El Hormigeuro, donde reconoció que los noviazgos los llevaba despacio pero que luego se casaba "rápido".

Ha pasado por el altar con cuatro hombres. La primera vez que se dio el sí, quiero fue con solo 24 años, en Tolosa, con su amor de juventud. Un matrimonio que se rompió cuando Arteta conoció a su segundo marido, en 1994.

Aquel año se enamoró de Dwayne Croft, un barítono estadounidense con el que tuvo a su primera hija, Sarah, que nació en el año 2000. Tres años después y después de nueve de relación, se separaban.

Su tercer matrimonio llegaría con el jinete guipozcoano Jesús Garmendia Echevarría, al que conoció en 2005. Cinco años después nacería su primer hijo en común y el segundo de la soprano, Iker.

Se casaron en 2013 y en 2016, once años después de haber comenzado la relación, la pareja comenzaba caminos separados.

El oficial de la Armada EspañolaMatías Urrutia fue su cuarto marido. Se casaron en 2019 en el Puerto de Santa María, en Cádiz, pero su amor no llegó muy lejos.

Ainhoa Arteta y Matías Urrutia | GTRES

La pareja anunciaba su divorcio en septiembre de 2021, justo cuando la soprano no pasaba un buen momento de salud. Un cólico nefrítico la obligó a permanecer ingresada en el hospital y los médicos tuvieron que amputarle varias falanges de sus dedos para evitar que se extendiese la infección

Un cólico, un infarto y amputación de falanges

En agosto de 2021 la artista sufrió un cólico nefrítico grave que la obligó a hacer un traslado de urgencia en helicóptero. La llevaron desde el hospital del Puerto de Santamaría, en Cádiz, hasta Sevilla, donde permaneció seis días en la UCI.

Como consecuencia de este cólico nefrítico grave, la soprano sufrió un infarto de miocardio de larga duración que hizo que varias de sus extremidades se necrosaran y tuvieran que amputarle varios dedos.

"A raíz del cólico y al empeorar mi estado general me trasladaron en helicóptero al hospital de Sevilla donde estuve durante seis días en un coma inducido. Para mí lo más importante es que me salvé y por eso puedo decir que el 26 de julio volví a nacer", explicaba una vez recuperada al periódico ABC.

Sobre la amputación de parte del dedo índice de la mano derecha y un dedo del pie derecho, Arteta le resta importancia asegurando que lo importante es que está viva: "Como consecuencia de la intubación y lo que viví tengo lo que llamo heridas de guerra en las manos y pies y entenderás que hoy mi prioridad es cuidarme y sanarme entera y del resto me da igual lo que digan o dejen de decir".

Para recuperarse de las secuelas que le dejó el covid, la cantante se sometió a un tratamiento en una cámara hiperbárica.

Abusos infantiles a los seis años y una violación de joven

A pesar de la crudeza de sus testimonios, la cantante no esconde que ha sido víctima de abusos sexuales en más de una ocasión.

La primera ocurrió cuando solo tenía seis años. "Yo iba a jugar con mis cromos y un tío me pidió que le ayudase a bajar los paquetes de su madre y yo le hice caso", contó en el programa de Bertín Osborne. Continuó relatando que ese hombre hizo cosas "que no estaban bien" cuando ella subía las escaleras.

"Me salvé gracias a mis gritos porque las vecinas salieron. Imaginaros cuál fue mi trauma que cuando llegué a casa me había defecado encima", relató. Por desgracia, la cantante no tuvo ningún tipo de ayuda profesional para tratar lo sucedido. "Mis padres lo único que decían era que no se hablase del tema para que se me olvidase", dijo.

Muchos años más tarde, cuando la artista estaba estudiando en Nueva York, volvió a ser víctima de otra agresión sexual todavía peor. "Al llegar a Nueva York tuve un percance durísimo: me violaron", relató antes de dar más detalles sobre lo sucedido.

Un hombre comenzó a seguir el recorrido que hacía todos los días desde el metro a su casa y cuando entró consiguió colarse entre las dos puertas de su apartamento. "No sé si estuve una hora o dos tirada en el suelo y no podía reaccionar, solo temblar", contó.

Aunque han pasado muchos años, la artista ha asegurado que estos sucesos traumáticos le han marcado de por vida: "Estas cosas te dejan muy marcada, y ahora no aguanto ni un susto. Estoy convencida de que estos dos episodios de mi vida han hecho que sea mucho más reticente a las relaciones".