La autopsia de Carrie Fisher revela que tenía cocaína, etanol, heroína y metadona en el cuerpo
La Oficina Forense del Condado de Los Angeles aclaró después de varios meses las causas del fallecimiento de la actriz que dio vida a la princesa Leia, Carrie Fisher. La estrella dio positivo en el test de toxicología, por lo que los expertos apuntan a que los fármacos fueron uno de los motivos del deceso.
Carrie Fisher había tomado drogas. La actriz hacía tiempo que luchaba contra su adicción y los trastornos psicológicos que causaban estragos en su salud. Tal y como dictaminó el médico de la Oficina Forense del Condado de Los Angeles en su informe, la estrella sufría de "desorden bipolar y apnea al dormir", es decir, de una suspensión de la respiración mientras descansaba por las noches.
La artista fue trasladada al hospital de Los Angeles desde Londres la noche del 23 de diciembre de 2016 y durante el trayecto fue reanimada por los servicios médicos. Finalmente falleció 4 días más tarde, el 27 de diciembre de 2017, por paro cardíaco. La misma noche en la que la ingresaron al centro se le realizó un test toxicológico y dio positivo. Carrie Fisher había tomado "cocaína, metadona, etanol y opiáceos", así que el médico determinó que la causa de su deceso fue "la apnea y otros factores indeterminados". Además añadía que la "lesión se había producido por ingerir múltiples drogas".
La familia pidió que no se le realizara una autopsia porque quería mantener la privacidad de la estrella de Star Wars. La hija de Carrie Fisher, Billie Lourd, declaró para la revista People que su "madre luchó durante toda su vida contra la adicción a las drogas y los trastornos psicológicos y finalmente murió debido a ello". Además añadió que Carrie "estaba abierta a hablar sobre los estigmas sociales alrededor de estas enfermedades en todos sus trabajos".