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Las bailarias de Lizzo, firmes en su demanda contra la cantante: “Nos trataron mal. Nadie hizo nada cuando lo dijimos”

Recientemente la cantante Lizzo se ha visto envuelta en una polémica por supuesto acoso, racismo e insultos hacia sus bailarinas. Las demandantes Crystal Williams, Arianna Davis y Noelle Rodriguez han hablado de nuevo reiterando que la artista violó sus derechos en varias ocasiones.

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“Nos trataron mal. Nadie hizo al respecto nada cuando lo dijimos”: Las bailarias de Lizzo se mantienen firmes en su demanda contra la cantante | Gerry Images

Carmen De Ramón

Madrid10/08/2023 19:41

Una semana después de que tres bailarinas demandarán a Lizzo por generar situaciones violentas en su ambiente de trabajo, estas han hecho nuevas declaraciones sobre sus incidencias con la cantante.

La revista People ha reunido a las tres demandantes para que puedan expresar su punto de vista ante la situación mediática. Las bailarinas Crystal Williams, Arianna Davis y Noelle Rodriguez han puesto varios ejemplos se las situaciones en las que se sintieron desprotegidas y han declarado querer seguir adelante con la demanda.

"Nos trataron mal. Nadie hizo nada al respecto cuando tratamos de hablar y defendernos. Así que ahora lo estamos haciendo. Sé que mi mente se siente mucho más clara. Hubo mucha ansiedad y muchos sentimientos de estar abrumado una vez que nuestro caso se hizo público. Pero hoy, me siento muy orgullosa de seguir con esto con estas mujeres", declaraba Williams.

La perspectiva de Lizzo

El 3 de agosto la artista se pronunció por primera vez. A través de su perfil de Instagram subió varias fotografías de un texto sobre un fondo blanco explicándose ante la acusación. "Estos últimos días han sido desgarradoramente difíciles y abrumadoramente decepcionantes", comenzaba su texto.

"Mi ética de trabajo, moral y respeto han sido cuestionados. Mi carácter ha sido criticado. Estas historias sensacionalistas provienen de ex empleados que ya admitieron públicamente que les dijeron que su comportamiento en la gira era inapropiado y poco profesional", se defendía la cantante.

"No hay nada que me tome más en serio que dar el respeto que se merecen las mujeres en el mundo", continuaba argumentando. Los comentarios se llenaron de opiniones muy diversas tanto mostrado su apoyo hacia la cantante como criticando su justificación.

El comienzo de la controversia

Varios participantes en la coreografía pidieron una subida de salario pues según aseguran no tenían permitido aceptar otros trabajos mientras estuviesen trabajando con Lizzo. Además, un miembro del equipo de organización les respondió que era una actitud inaceptable e irrespetuosa.

"Realmente siento que eso nunca se aplicó a mí porque me fui voluntariamente en mis propios términos. Estaba tan disgustada por el trato que vi", comentaba Noelle Rodriguez.

Críticas por engordar

Lizzo siempre ha mostrado apoyo al movimiento Body Positive, a favor del amor a todo tipo de cuerpos —especialmente orientado a aquellos no normativos—. Para dar visibilidad a dicha parte de la población, los miembros de su equipo no seguían los cánones de belleza.

"Es más importante para mí tener a ese tipo de mujeres a mi lado en el escenario que tener a la bailarina más increíble y técnicamente hábil que no es un reflejo de cómo me veo", defendía la artista en entrevistas pasadas.

"Es una especie de preocupación falsa bajo la apariencia de, '¿Qué te pasa? Estás diferente", ponía en duda Rodríguez sobre el posicionamiento de Lizzo. "Creo que una cosa importante a tener en cuenta sobre la vergüenza corporal y esas cosas es que si nunca fue un problema, ¿por qué Lizzo mencionó en una reunión que las personas son despedidas por haber ganado peso? Nunca se me ocurriría escuchar una declaración como la suya, ni siquiera como motivo para despedir a alguien".

El incidente en Bananenbar

En una noche de febrero, el equipo se fue a un club de estriptis en el barrio rojo de Amsterdam. Davis y Rodriguez admitían que la razón por la que fueron era el miedo a perder su trabajo y no porque quisiesen realmente.

En el local Lizzo les insistió a tocar los pechos de una de las chicas del lugar cuando Davis dijo tres veces que no quería. "Estaba incómoda. Me encontraba mal por Arianna (Davis) y lo vergonzoso que vi porque ella claramente no quería hacerlo. Pero entiendo totalmente cómo alguien en una posición de poder puede tener ese poder sobre alguien para hacerla sentir que tiene que hacerlo”, comenzaba diciendo Rodriguez. “Vi lo incómoda que estaba e incluso fui yo quien dijo: '¿Sabes qué, Ari? Vámonos" , terminaba declarando.

Imposición religiosa

Shirlene Quigley era la capitana del baile y las tres bailarinas aseguran haber tenido que soportar comentarios sexuales explícitos. Además, era frecuente que les intentase adoctrinar con creencias cristianas.

"Podríamos estar en un descanso para almorzar y comer, hablar, tener una conversación normal, y podríamos pensar: 'Oh, tal vez esté trayendo notas, tal vez tenga algo que decir con respecto al programa', pero luego ella simplemente nos llegaba con una charla religiosa sobre Jesús", explicaba Williams.

Quigley quien también ha sido citada en los juicios se defiende alegando: "Infundado pero también profundamente hiriente".

Racismo

En la queja conjunta también han mencionado al equipo directivo de Lizzo debido a la ausencia de gente racializada en sus miembros. "Creo que Lizzo estaba permitiendo y aplicando un sistema racista", afirmaba Williams.

"Ella tiene un equipo de administración completamente blanco, por lo que dejó que ellos tuvieran el factor decisivo sobre cómo nos manejaron. Siempre estaba del lado de ellos. Aunque ella misma no estaba siendo racista, todavía estaba permitiéndolo. Es una de esas cosas en las que el oprimido se convierte en opresor cada vez que obtiene el poder para hacerlo", terminaba declarando a People.

Incidente con el conductor de autobús

Williams también añadió en la denuncia un problema que tuvo con el conductor de autobús. En un momento dado se restregó contra él por accidente a lo que el hombre respondió: "Puedes ponerte encima mío de nuevo". La expresión, que daba a entender que le había excitado sexualmente, incomodó a la bailarina.

Esta se lo contó a sus amigas, que le dijeron que se lo contara al resto del equipo. "Les conté lo que pasó y lo convirtieron en una broma. Comenzaron a reírse cuando les dije lo del conductor de autobús, alguien con quien estamos muy cerca todos los días, va a diferentes ciudades, se desviste, se viste, cosas así, y lo convirtieron en una broma. Entonces, ya sé por mis experiencias pasadas con ellos que cada vez que pasa algo, no se soluciona".

La grabación no permitida

En su día libre durante el Specials Tour de Montreal, todas las bailarinas acudieron a una llamada de emergencia. Allí Lizzo confiscó los teléfonos y Davis tuvo que hacer frente al enfado de la cantante cuando se enteró de que había grabado las pautas para la actuación.

Arianna Davis tiene un problema en el ojo cuando maneja situaciones estresantes, por eso para poder repasar lo que le han dicho lo graba directamente. Las consecuencias fueron tener que soportar las vejaciones frente al resto del equipo.

"Entre ella y la capitana de baile Shirlene, estaban acosando a Arianna y convirtiéndola en un ejemplo frente al resto de nuestro elenco de baile. Simplemente nunca había experimentado un comportamiento tan repugnante. Me ponía enferma de verlo. Todos en esa habitación estaban llorando por la conmoción o el miedo. Estábamos histéricos. Estábamos como: 'No puedo creer que nos haga esto".

Empleo de la violencia

Lo ocurrido con Davis incentivó la dimisión de Rodriguez, que comunicó a Lizzo que se sentía "insegura" y "poco respetada". Pensó que, al decírselo, la artista le diría: "Siento que te sientas así' debido a su marca y a todo lo que defiende". Pero, lejos de eso, y según la denuncia, otros bailarines tuvieron que retener físicamente a la cantante para que no golpeara a Rodríguez. "Si otra bailarina no hubiera hecho de barrera, Lizzo me habría pegado", dice Rodríguez.

La situación provocó que la bailarina pidiera ir escoltada por sus compañeros para prevenir posibles agresiones futuras. "Tenía miedo de que me encontrase con Lizzo en el vestíbulo o en el ascensor que regresaba a mi habitación de hotel. Dijeron: 'Necesitas protección. Ella tiene su seguridad. ¿A quién tienes tú?".

La cantante no ha hecho más declaraciones hasta el momento y People, pese a haber intentado contactar con ella, no ha obtenido respuesta.

Mientras, las denunciantes siguen adelante con la demanda contra Lizzo.