Caída y auge de Winona Rayder: de robar en una tienda a amasar una fortuna con 'Stranger Things'
Era la musa de Tim Burton, salía con Johnny Depp y los mejores diseñadores del momento la convirtieron en un icono de estilo. Hasta que el robo en una tienda de lujo de Los Ángeles precipitó su caída al ostracismo y la "obligó" a mantenerse alejada del cine y de la gran industria de Hollywood. Su papel en la serie de ciencia ficción de Netflix, donde ha estado las cinco temporadas, devolvió a Winona Ryder a la primera línea de la interpretación y la fama.
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El estreno de Beetlejuice en 1988 descubrió al mundo a una joven californiana de 15 años que no tardaría en convertirse en una de las actrices más influyentes de la década de los 90, protagonizando algunos de los títulos más míticos de finales del siglo XX: Eduardo Manostijeras, Drácula, de Bram Stoker, La edad de la inocencia, Mujercitas —por su trabajo en estas dos últimas cintas estuvo nominada al Oscar—, Inocencia interrumpida o Realities Bites.
Winona Ryder era entonces musa de Tim Burton y una de las actrices fetiches de Coppola o Scorsese, y junto a Johnny Depp formó durante tres años una de las parejas más atractivas del Hollywood del momento —recordemos el famoso tatuaje "Winona Forever" que se hizo el actor—.
La actriz californiana fue símbolo de la Generación X —los nacidos en los 70 y 80 del siglo XX— y un referente de estilo para los diseñadores de lujo, con su pelo corto y moreno, sus labios rojos y la piel blanca, su aspecto frágil y sus icónicos looks en negro, oversize y rockeros.
El percance que casi le cuesta la carrera
Tenía 30 años y era una estrella mundial, hasta que un incidente en una tienda de Los Ángeles la sumió en una época oscura en la que se alejó del cine y rechazó la popularidad. El 12 de diciembre de 2001 fue detenida por llevarse sin pagar de la tienda Saks Fifth Avenue prendas por un valor de 4.700 dólares. Fueron los empleados de seguridad del lugar los que alertaron de que, junto a un vestido y otros artículos que había pagado en la caja, la actriz llevaba escondidos otros tantos a los que había quitado la alarma de seguridad.
La protagonista de Eduardo Manostijerasfue denunciada por robo, vandalismo y posesión de sustancias que llevaba en su bolso —durante el juicio confesó su adicción a analgésicos y tranquilizantes—. Por todo ello, once meses después, fue condenada a tres años de libertad condicional, 480 horas de servicio comunitario, 10.000 dólares de multa y la obligación de recibir terapia psicológica.
"Si hubiese hecho daño físico a alguien, hubiese sido algo totalmente diferente. La atención mediática que recibí me avergonzó muchísimo. Yo preferí no decir ni una palabra al respecto. No publiqué un comunicado. No hice absolutamente nada. Simplemente esperé a que la gente lo olvidase", explicó la actriz en una entrevista en la revista Vogue en 2007. Fue la primera vez que habló de ello.
Y aunque ella prefirió dar la callada por respuesta, sus seguidores sí que iniciaron una simbólica protesta luciendo una camiseta con la cara de la actriz y el texto "Free Winona". La propia protagonista de Inocencia interrumpida posó con ella para la portada de la revista W Magazine.
Renació de la mano de Netflix
Durante los años siguientes, aunque un tanto alejada de guiones, cámaras y estrenos, participó en contadas producciones, siguiendo así su máxima de esperar a que la gente se olvidase de aquel negro capítulo, y en 2010, la actriz volvió a cobrar relevancia con un papel secundario en el thriller Cisne Negro, protagonizado por Natalie Portman.
"Hace un tiempo tomé una decisión: solo haré películas que realmente me apetezca hacer. No es que me quiera retirar, pero tampoco quiero actuar por actuar. Tengo 40 años y me he dedicado a esto desde los 12. Ahora quiero disfrutar de mi tiempo haciendo otras cosas. Por ejemplo, trabajando con las reservas indias en Estados Unidos, que es algo que he hecho desde la adolescencia. No quiero ser como esas actrices que, llegadas a cierta edad, siguen trabajando sin cesar por miedo a que dejen de llegarles ofertas ", aseguraba en una entrevista en 2012.
Hasta que en 2016 la plataforma Netflix estrenó una de sus series de más éxito, Strangers Things. La historia está ambientada en un pueblo de Indiana (Estados Unidos) en los años 80 y sus protagonistas son cuatro niños y una niña con habilidades psíquicas. En esta trama también tiene un papel destacado Joyce Byaers, la madre del desaparecido Will, a la que da vida Winona Rayder que aceptó el papel sin saber siquiera qué era Netflix.
La primera temporada de la serie creada por los hermanos Matt y Ross Duffer se convirtió en un fenómeno mundial y la carrera de la actriz de Drácula se vio impulsada de nuevo siendo nominada a los Globos de Oro y a los Premios del Sindicato de Actores.
Ryder ha estado en las cuatro temporadas que ya se han emitido y estará en la quinta, la última y definitiva —que ya está rodada y se estrenará en 2025—, por la que, según se ha filtrado, ha cobrado la nada desdeñable cifra de 350.000 dólares por capítulo —en la primera temporada fueron 100.000 por capítulo—.
Y llegó 'Beetlejuice Beetlejuice'
En 2016, cuando los hermanos Duffer le ofrecieron participar en Stranger Things, Winona Ryder solo puso una condición: en el momento en que Tim Burton la llamase para comenzar a trabajar en la secuela de Beetlejuice debían de dejarla ir con él. Pues el deseo del director de Big Fish se hizo realidad: en 2023 se anunció el inició del rodaje con su actriz fetiche como protagonista.
Beetlejuice Beetlejuice se preestrenó por todo lo alto en el Festival de Venecia el 28 de agosto y el elenco de la cinta, con Ryder a la cabeza, derrochó glamour en la alfombra roja. La actriz lució un total look de Chanel hecho a medida e inspirado en el universo de la propia película.
Durante la presentación, mostró gran complicidad con Jenna Ortega, que se incorpora al reparto dando vida a la hija de Lydia Deetz, el personaje interpretado por Winona, a la que Ortega homenajeó con un vestido rojo con falda de tul que recordaba al que lució el personaje de Ryder durante su boda en la película de 1988.
La química entre las dos actrices se ha hecho evidente durante la promoción de la cinta de fantasía y terror, e incluso Winona Ryder ha aplaudido la actitud de Jenna Ortega que a lo largo del rodaje ha mencionado grandes clásicos del cine como referentes. "No quiero sonar tan desesperanzada. Hay unos pocos que simplemente no están interesados en las películas. De hecho, lo primero que dicen es '¿cuánto dura?", polemizaba en una entrevista sobre las nuevas generaciones de actores.
"He pasado de ser la persona más joven en el set a ser la más vieja", aseguró Ryder quien a sus 52 años vive uno de sus mejores momentos profesionales y personales. Después de haber tenido "relaciones desastrosas", encontró la estabilidad y el amor al lado del diseñador de moda Scott Mckinlay Hann, con quien comparte una discreta vida desde 2011. "Él es tan genial. De verdad lo es. Soy muy afortunad", declaró enamorada en una entrevista.