El desgarrador relato de maltrato de Fayna Bethencourt, exmujer de El Yoyas
Fayna Bethencourt, la exmujer de El Yoyas, contó su desgarradora historia como víctima de malos tratos cuando su agresor se convirtió en un prófugo de la justicia. Finalmente, ha sido detenido y cumplirá condena por sus delitos.
Detenido el Yoyas, fugado desde hacía dos años tras ser condenado por violencia machista
Fayna Bethencourt reacciona tras la detención de El Yoyas: "Estoy como en un sueño"
Carlos Navarro, más conocido como El Yoyas, ha sido detenido por los Mossos d'Esquadra después de dos años en busca y captura. El catalán fue condenado a cinco años y ocho meses de cárcel por delitos de malos tratos y violencia machista a su exmujer, Fayna Bethencourt, una condena que finalmente cumplirá.
Tanto el condenado como la víctima son conocidos mediáticamente, y la noticia de maltrato llegó rápidamente a todos los medios, sobre todo cuando se sentenció a El Yoyas. La pareja se conoció en su paso por el realityGran Hermano, y allí comenzaron a tener una relación sentimental.
Durante años Fayna Bethencourt mantuvo silencio ante la violencia que estuvo sufriendo, pero después de que se conocieran las acusaciones de maltrato a Navarro, decidió contar su historia.
Un relato desde el miedo
Lo hizo a través de una entrevista en A la que salta, blog de Youtube, la cual concedió por el terror que le suponía que El Yoyas hubiera huido de la justicia. "Estoy sentada aquí porque mi torturador, que lo fue durante 16 años, con los que compartí vida, está en la calle. Es un prófugo condenado y ahora mismo no está donde debería estar. Es una situación que está haciendo sufrir a mis seres queridos y transmite un mensaje muy peligroso", expresó.
Fayna contó los inicios de su relación, resaltando que pese al carácter público de su expareja "en la intimidad podía ser la persona más encantadora del mundo".
Carlos fue expulsado de Gran Hermano 2 precisamente por un comportamiento agresivo, pero ella decidió quedarse a su lado, y durante años la víctima vivió momentos "maravillosos" al margen de la vida pública.
"Hay que comprender que con el que ahora para mí es un monstruo, viví momentos muy bonitos. Los momentos malos los disculpas porque te agarras a esos momentos, que son un espejismo", expresó la víctima en la entrevista, asegurando que "es difícil ser un monstruo las 24 horas del día".
De los celos a las agresiones
En la relación entraron entraron los celos y los comportamientos machista progresivamente, hasta que comenzaron las primeras agresiones físicas.
"Dije algo y me apretó tanto la mano que se me saltaron las lágrimas. Esa fue la primera vez que me hizo daño físicamente... El daño psicológico ya había empezado y no me había dado cuenta", cuenta osbre el priemr ataque en un verano caluroso.
Las agresiones fueron a más, y cada vez eran más habituales los empujones y otros ataques. De hecho, ella misma ocntó que Navarro solía apretarle la rodilla a la altura de la articulación y le dio hasta un cabezazo en la espalda.
"Lo que fue maltrato psicológico se fue convirtiendo en maltrato físico: empujones, pisotones, patadas, golpes... Los golpes no son lo peor, sino el miedo que pasas mientras te están agrediendo y piensas que no va a parar", relató la mujer.
De esta forma, ella se vio totalmente anulada por El Yoyas y dejó de decir ciertas cosas y de hablar con mucha gente: "Pienso que si dejo de comportarme de cierta manera mi torturador va a dejar de serlo, va a dejar de enfadarse contigo", contó Fayna.
El relato desgarrador de la víctima le llevó a abrirse tanto que confesó que el agresor "siempre te recuerda que eres tú quien lo enfada". "Me decía que dentro de él había un monstruo y la única que podía pararlo era yo", confesó. Así, aseguró que vivía "con un miedo constante": "Intentas cambiar tu actitud, pero siempre se acaba enfadando y tú tenías la culpa".
Sus dos hijos le dieron valentía
Cuando nacieron sus dos hijos en común, Fayna Bethencourt reunió el suficiente valor para frenar a El Yoyas. "Ahí es cuando decidí pararlo. Ahí empecé a contestar, a decir no". Pero la respuesta de Navarro fue más violenta y comenzaron las amenazas de muerte.
Finalmente, Fayna consiguió huir: "Decidí marcharme porque ya no era yo, era por lo que más quiero en este mundo. Esas dos personas, que son mi vida. Lo peor que he tenido, me ha dado lo mejor".