EL ESCENARIO DE LA BODA

Dónde se casan Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Ha cambiado la fecha y el vestido, pero lo que siempre ha tenido claro Tamara Falcó es el lugar en el que dará el "sí, quiero" a Íñigo Onieva. El palacio El Rincón, la finca que heredó de su padre, será el escenario que acogerá la gran boda del año.

Tamara Falcó e Íñigo Onieva preparan una boda con puro estilo festivalero: con carpa y baños portátiles | antena3.com

Madrid08/07/2023 17:03

Es la boda del año… mejor dicho, de la década. La expectación alrededor de este acontecimiento es máxima, dada la relevancia de sus protagonistas y la historia de infidelidad, separación e infortunios que la pareja ha vivido desde que anunció su primer compromiso en septiembre del año pasado.

Una ruptura, una nueva y polémica segunda pedida, un cambio de fecha —el 17 de junio fue la primera elegida para celebrar el enlace—, el controvertido primer diseño del vestido, la complicada situación laboral de él… Tamara Falcó e Íñigo Onieva han tenido que hacer frente a la adversidad pero finalmente han salido airosos y el 8 de julio podrán celebrar la boda que tan felices les hace.

Muchos son los detalles que han trascendido: la invitación, con falta de ortografía incluida; algunos invitados, entre ellos sus compañeros de El Hormiguero, Pablo Motos, Nuria Roca y Juan del Val; algunas de las cosas que forman parte de la lista de regalos de boda, como una manta de cashmere de 760 euros o unos saleros de 25; y el lugar donde se celebrará la ceremonia, el palacio El Rincón, un espacio con un especial significado familiar para Tamara y que no ha planteado ninguna duda a los novios.

La joya del patrimonio familiar

El sitio elegido para esta idílica boda es la finca más preciada del patrimonio del Marqués de Griñón, fallecido en 2020 a causa del coronavirus. Está situado en el municipio madrileño de Aldea del Fresno y fue el lugar en el que residió Carlos Falcó con su última mujer, Esther Doña, que siguió viviendo allí meses después de la muerte de su marido.

Doña podía disfrutar de ese lugar en usufructo, como así lo dejó recogido su marido en el testamento, pero terminó llegando a un acuerdo con Tamara y su hermano mayor, Manolo Falcó, los herederos del marqués y propietarios del palacio, que ahora parece que han decidido ponerlo a la venta.

El imponente edificio que preside la finca, rodeada de viñedos, jardines y patios empedrados, fue construido en 1862 por orden del marqués de Manzanedo y duque de Santoña, y desde el principio se convirtió en punto de encuentro de las personalidades más influyentes de principios del siglo XX, incluidos los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg.

En las últimas décadas, además de ser escenario de posados para revistas —entre ella la revista de cabecera de la marquesa de Griñón— y de películas como La escopeta nacional, ha acogido bodas, eventos y celebraciones, como explicó la propia Tamara en su reality de Netflix.

Los preparativos para el gran momento

Tamara e Íñigo no son las primeras celebrities que van a celebrar su matrimonio en esta suntuosa finca. Antes, en 2012, lo hicieron Julio José Iglesias, hermano de Tamara, con su exmujer Charisse Verhaert, y también el propio Carlos Falcó con Esther Doña en 2017.

La revista de cabecera de la familia, ¡Hola!, mostró en sendas exclusivas algunos de los rincones más fastuosos del palacio El Rincón, como los espléndidos jardines que rodean el edificio o la señorial escalera que arranca en el recibidor.

Tres grandes salones, 30 habitaciones, una bodega y un patio de caballerizas se distribuyen por la finca, además de la capilla donde tendrá lugar la ceremonia religiosa, que ya tiene autorización episcopal.

Ahora bien, la fiesta posterior no se celebrará en el interior del edificio debido al estado de algunas de sus estancias, pues solo la parte privada es perfectamente habitable. La misma Tamara se lamentaba de ello en su docuserie y aseguraba que había mucho que reparar: "5.000 metros cuadrados de techo para arreglar".

Es por esto que lo más probable es que la boda se celebre en una carpa situada en la parte trasera del palacio donde colocarán también baños portátiles.

La marquesa de Griñón y su pareja llevan meses inmersos en los preparativos del enlace —y en las muchas despedidas de soltero que están celebrando—.

Flores, cortadores de jamón, transporte para los invitados… todo está listo para el gran día. “Los preparativos van y esperamos llegar a todo, porque tenemos un equipazo detrás. Estoy deseando que llegue ese día y ver el trabajo de tantos meses, pero lo más, más, más importante para mí no es la organización, sino el sacramento. Al final, eso es lo que más importa: me uno en matrimonio con el hombre al que amo y Dios nos va a otorgar su bendición. El resto es ‘fru fru”, aseguraba la hija de Isabel Preysler en una entrevista el pasado mes de mayo.