El estado de salud actual de Sara Carbonero con su cáncer de ovario
La periodista Sara Carbonero fue diagnosticada con un cáncer de ovarios hace más de cinco años, habiendo pasado por diferentes fases del tratamiento y compaginando su vida familiar y profesional con la enfermedad.
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La periodista Sara Carbonero experimentó un severo revés en 2019 cuando, en una revisión rutinaria, los médicos advirtieron que padecía un tumor maligno de ovario por el que tuvo que ser intervenida de urgencia. Fue operada un mes después y recibió quimioterapia hasta noviembre de ese mismo año.
Esta noticia supuso una nueva perspectiva de vida que le acompaña a día de hoy. Hace poco más de dos meses, Sara Carbonero reflexionó sobre su estado de salud y sobre el cáncer que padece desde su perfil personal de Instagram, donde destacaba lo mucho que le costó recuperar su autoestima.
"Por causas de la vida, ya he transitado épocas en las que huía de ellos [los espejos] porque no reconocía a la persona que me mostraba el reflejo, llegué incluso a pasar tres o cuatro meses sin mirarme en uno. En una de esas, al acabar el sexto y último ciclo de quimioterapia, yo estaba en la cama, sin poder moverme y mi hijo mayor se tumbó conmigo", escribió la presentadora de televisión.
Así, comenzó a relatar una conversación que tuvo con su hijo: "Después de mirarme detenidamente, muy raro, soltó: 'Mamá, es que tienes las cejas grises y no pareces tú'. Yo por entonces, precisamente por no mirarme, ignoraba que había perdido todo el pelo de las cejas, que son las que enmarcan la mirada y dan personalidad al rostro".
"No sabía muy bien cómo salir de ahí y se me ocurrió decirle: '¿Y pestañas? ¿Has visto que me queda una única superviviente? ¡Una! ¡La más valiente!'. Intentó arrancármela, por supuesto, muerto de risa y empezamos una guerra de almohadas y después, a otra cosa", explicó Carbonero.
Recuperar la autoestima
La periodista aseguró que tiene esa conversación grabada en su memoria "como muchas otras incómodas, en las que gracias a su capacidad de adaptación fue todo menos traumático".
"A día de hoy, cuentan orgullosos a sus amigos cuando mamá tenía el pelo 'como un chico'. El día que me vieron así por primera vez, les llevé unos puzzles para desviar su atención, como me dijo la psicóloga. Pero no resultó, como dice la canción: 'No quitaron sus ojos de mí, corriendo incluso alguna tímida lágrima por sus mejillas'. Luego, empezamos a buscar fotos de actrices y cantantes monísimas con pelo corto y nos pusimos con el puzzle", siguió escribiendo.
"Las carcajadas llegaron cuando en ese mismo verano salía en la tele un anuncio de champú que grabé meses antes con mi larga cabellera meneándola para delante y para detrás. El colmo de los colmos. Esto sirvió para que los enanos me imitaran y me animaran: 'Ya pronto volverás a hacerlo, mamá. Y además, ya no tendrás las cejas grises'", terminó de contar.
Ingreso hospitalario en 2022
En 2022, Sara Carbonero ingresó en el Hospital Clínica de Navarra de Madrid para ser operada el lunes 21 de noviembre. Sobre ello se pronunció la propia periodista al recibir el alta una semana después.
"Estoy muy bien. Muchísimas gracias a todas y todos los que os habéis preocupado, por las innumerables muestras de cariño recibidas estos días. Me abruman y a la vez me llenan de energía para seguir adelante. [...] Me siento en paz y agradecida con la vida, también con estos baches que nos ubican de nuevo y nos recuerdan lo verdaderamente importante de la misma. Que nos hacen un poquito más sabios y nos enseñan a vivir al día.", escribió.
Una preocupante publicación en marzo de 2024
Hace cinco meses, antes de publicar su reflexivo mensaje sobre su conversación con su hijo, Sara Carbonero compartió en su perfil de Instagram un vídeo grabado desde el hospital.
En el texto, no aclaró el motivo de la estancia y tampoco quién estaba ingresado, pero sí señaló que esos días estuvo durmiendo en el hospital y que no le resultaba sencillo conciliar el sueño.
"Me produce una extraña alegría que en la habitación 678, justo en este momento, alguien lee exactamente el mismo libro que yo, probablemente en el mismo sofá de polipiel, con la misma incertidumbre. En los pasillos y en la cafetería me cruzo con muchísimas personas que siempre dejan paso en el ascensor y saludan sonrientes, como lo hago yo", escribió en su alarmante mensaje.