La imparable carrera de Lalachus: de trabajar como secretaria a ser un icono millenial y presentadora de 'Cuerpos especiales'
Aunque muchos no la conociesen hasta hace uno meses, Lalachus lleva un par de años labrándose una carrera en el humor. Su desparpajo natural la ha convertido en una estrella, una luz que brilla cada viernes en Cuerpos especiales junto a Nacho García.
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En 2018 trabajaba como recepcionista de administración y este 2024 la revista Forbes la ha incluido como una de las mejores creadoras de contenido.
Podría decirse que la carrera de Lalachus ha despegado de la noche a la mañana, pero no. Lleva seis años haciendo reír a los usuarios de las redes, que en 2020 la auparon a lo más alto de la viralidad de Instagram.
Con la naturalidad por bandera, la joven de Fuenlabrada se ha ganado el cariño de casi medio millón de seguidores.
Con ellos comparte catas de gildas en diferentes mercadillos y bailes con la que conside la mejor banda sonora de la historia de la música en español. Las canciones de los 90-2000. Grupos como Andy y Lucas, Melocos, Ella Baila Sola o Sonia y Selena forman parte de su playlist de ensueño, sin olvidar esas series que permanecen en la memoria de un buen puñado de generaciones millenialls: Compañeros, Farmacia de Guardia, Los Hombres de Paco, Pasión de Gavilanes... El contenido de Lalachus se basa, en gran medida, en recordar con nostalgia lo más top de las décadas pasadas. El robot Emilio era su juguete favorito.
Su verdadero nombre, su antiguo trabajo y el significado de Lalachus
A sus 34 años, Lalachus, que en realidad se llama Laura Yustres Vélez, se ha convertido en una de las cómicas más reconocidas del país.
Nació en Fuenlabrada, Madrid, el 21 de abril de 1990 y ha pasado de trabajar como secretaria a hacerse un hueco en lo más top de la comedia. Aunque antes de la pandemia era administrativa en una constructora, Lalachus estudió Comunicación Audiovisual. "Yo antes era recepcionista administrativa y, de golpe, mi vida dio un giro. El otro día me preguntaban si tenía miedo a ser olvidada y obviamente no, porque no tiene sentido. ¡Ahora me toca aprovechar el momento!", señaló a El diario de Sevilla hace un año.
La viralidad en redes y las colaboraciones en diferentes programas de entretenimiento la han alzado hasta capitanear la mañana de los viernes en Cuerpos especiales.
Lalachus toma el asiento de Eva Soriano a final de semana como copresentadora del antimorning show de Europa FM. De hecho, su compañera no tardaba en reaccionar ante las críticas que recibió Lala recientemente por su aspecto físico. Cansada de misoginia y gordofobia, Eva Soriano daba un golpe sobre la mesa y mostraba su apoyo a todas las presentadoras de las Campanadas de este 2024. "Ya está bien, es agotador cumplir una serie de estándares... Que ni siquiera se sabe cuáles son. Es odio puro y duro", clamó.
Fue también en un antiguo programa de Europa FM, Tómatelo Menos en Serio, donde la influencer relató de dónde venía el apodo con el que se ha hecho famosa.
Lejos de ser una deconstrucción de su nombre y su apellido (Laura Yustres), todo parte de una anécdota "El origen de todo es bastante cutre. Mi prima no podía pronunciar bien el nombre de Laa-Laa y un amigo me decía Chustas y dije '¿qué me puedo poner de nombre en Messenger?' y me decidí por Lalachus", dijo el año pasado.
El accidente de su padre
Su participación en el exitosísimo podcast Estirando el chicle, capitaneando por Carolina Iglesias y Victoria Martín, ha sido uno de los espacios que más la ha hecho crecer como comediante. Aunque en su sección trata con humor los temas que se presentan a los invitados, fue ahí donde relató el grave accidente de su padre que cambió los planes de su familia de un día para otro.
"En 2019 mi padre se prejubiló y le regalaron una bicicleta eléctrica", relataba, emocionada. "Un día se cayó de la bicicleta y de repente no se puede mover. Se hizo daño en la médula y se desactivó. Se quedó parapléjico, no podía moverse, nada. El shock fue muy fuerte, teníamos que darle agua con una pajita", recordaba. Con 61 años fue trasladado al Hospital de Parapléjicos de Toledo, donde empezó a recuperar poco a poco algo de movilidad. "Para mí ese sitio es el paraíso sobre la tierra, nos salvó", contó.
Su madre tuvo que compartir un piso durante los seis meses que el padre de Lala estuvo ingresado. "Eso te parte la vida. En el hospital nos decían que no había enfermos, sino que había gente que se tenía que recuperar", recordaba, defendiendo fervientemente la importancia de los cuidados. La red de apoyo familiar la formó también con sus dos hermanas, con las que hizo una piña para poder salir del trance que estaban viviendo.
Cinco años después, su madre, la Rufi, se ha convertido en una más en sus redes sociales, donde queda más que demostrado que su desparpajo y cachondeo está en los genes.