Julio José Iglesias desvela por qué nunca vimos a Anna Kournikova embarazada
Enrique Iglesias y Anna Kournikova anunciaron el nacimiento de sus dos mellizos sin saber que la tenista había estado embarazada. Aunque siempre han sido muy discretos con su relación, nunca vimos ninguna imagen en la que se le notase la barriguita. Ahora su cuñado Julio José Iglesias ha explicado los trucos de Kounikova para ocultar su embarazo en público.
La relación de Enrique Iglesias y Anna Kournikova es una de las más estables entre personajes famosos, y también una de las más reservadas. Probablemente una de las claves del éxito de la pareja sea mantener alejada de los focos su vida privada y es por ello que en ningún momento supimos que la tenista estaba embarazada hasta que anunciaron el nacimiento de sus mellizos.
Además, ellos mismos publicaron las primeras fotos de los pequeños en sus redes sociales para evitar paparazzi que quisieran tener la exclusiva. Pero con esta buena noticia también llegaba una duda, ¿por qué nunca vimos a Anna Kournikova embarazada?
En su cuenta de Instagram la tenista estuvo haciendo publicaciones durante el embarazo pero nunca se le vio la barriguita, por lo que algunos pensaron que podía tratarse de una gestación subrogada. Algo que no tardó en desmentir Isabel Presley, madre de Enrique, y la propia Kournikova publicando un vídeo con su rutina de entrenamiento para recuperar su figura.
Ahora el hermano de Enrique, Julio José Iglesias, ha hablado sobre este "misterio" durante su fiesta de cumpleaños en Madrid, donde atendió a la prensa durante unos minutos. Según recoge Informalia, al preguntarse sobre el rumor de la gestación subrogada el cantante respondió de forma muy clara: "Eso no es verdad. Yo he visto a Anna embarazada, lo que pasa es que ha estado escondida, en su mundo y más reservada en casa. Incluso se ha llegado a poner pelucas para salir de casa para que nadie la viera".
También habló de la demanda de paternidad que ha interpuesto Javier Santos a su padre Julio Iglesias: "Le conocí en un restaurante hace 20 años, hablé con él, me cayó bien pero jamás le llamé hermano". Y fue precisamente por los periodistas cómo se enteró de que habían recogido su ADN de la basura para hacer la prueba de paternidad: "Me parece un poco fuerte que buscaran en mi basura para conseguir el ADN, pero cada uno hará lo que pueda y lo que quiera".