Malú desvela los trastornos alimenticios que ha sufrido: "Me he hecho mucho daño a mí misma"
Malú ha contado por primera vez los problemas de salud mental que tuvo que afrontar en su entrevista con Vicky Martín Berrocal. "Quité todos los espejos y los pesos de mi casa para no ver constantemente mi imagen", dice completamente sincera.
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Malú es, quizás, la artista femenina más destacada del pop español. Su carrera comenzó en 1998, y desde entonces ha vendido más de dos millones y medio de discos. Sin embargo, bajo la imagen de una trayectoria de éxito, se esconde una dura historia de superación que la artista ha querido contar por primera vez en su entrevista con Vicky Martín Berrocal para el pódcast A solas con....
"Soy la persona más insegura del universo, pero cuando me subo al escenario siento un empoderamiento brutal. Y fuera del escenario me hago pequeñita otra vez", dice, alegando que ha llegado a tener "una exigencia muy enfermiza" consigo misma, llegando incluso a hacerse "mucho daño".
"Al final hacía todo para la música, para la voz, para los conciertos, todo para todo menos para mí. Hacía cosas brutales y parecía que eran terribles. No me valía nada. [...] Decía 'no' a todo. He hecho una cantidad de cosas preciosas y al final siento que las he padecido, no las he disfrutado", lamenta Malú.
Su trastorno alimenticio
La cantante tuvo que lidiar con trastornos alimenticios mientras continuaba trabajando. En concreto, habla sobre el lanzamiento de su disco Guerra fría (2010). "Trastornos de empezar a comer menos, de obsesión por la delgadez, por estar delgada, por estar físicamente como tenía que ser, y se me fue bastante de las manos", cuenta a Vicky. "Yo seguía trabajando, seguía con mil cosas, no podía centrarme en eso, y eso estaba, iba y venía, hasta que ya dejó de venir. Hasta que un día dije: 'Ya está'", asegura.
"Quité todos los espejos y los pesos de mi casa para no ver constantemente mi imagen, cosa que es difícil porque te ves luego en otro sitio que no es el espejo", cuenta. Una de las primeras personas que supo esta situación fue un amigo médico de Malú, quien le recomendó asistir a un psiquiatra: "Le conté que había tenido trastornos alimenticios. Me preguntó y le dije: 'A mí en su momento me dijeron que era anoréxica y tal y cual'. Le dije que tenía esa enfermedad y me dio una charla muy chula, bastante corta y tonta, en la que me preguntó a qué edad había empezado", explica.
Por su parte, el psiquiatra le dijo: "Tú no eres anoréxica, tú tienes conductas, pero no lo eres. Porque eso se fragua de otra forma, mucho antes. Tú tienes otra cosa". Como reacción, Malú volvió a su casa y se dijo a sí misma: "Oye, que no estoy enferma, no me pasa absolutamente nada, se acabó". "Seguí en mi dinámica de no pesarme y hasta hoy", dice a Vicky.
Su defensa de la terapia
"La terapia me ha cambiado la vida", confiesa Malú. "No la dejo ni loca, ni en Navidad. Invertimos muchísimo dinero y tiempo en hacernos analíticas, pero este [el cerebro] es lo que gestiona todo lo demás y el que se come todo lo que está alrededor".
"Ahora vivo la vida de una forma más real, tranquila, relajada, sin tanto complejo, sin tanto miedo, sin tanta inseguridad", dice, y añade que defiende no hacer comentarios a la gente sobre su físico. "Me parece fundamental criar desde ya a una generación que no sepa lo que es 'gorda' o 'delgada'. Fundamental". Y habla así sobre su hija Lucía: "Sacarla al universo es lo que más miedo me da. Quiero quitarle miedos y complejos. Quiero que mi hija se críe libre de miedos y complejos".