Mike Tyson habla de sus experiencias con el veneno de sapo: "He visto que la muerte es hermosa"
El legendario boxeador Mike Tyson ha hablado de la experiencia cercana a la muerte que vivió tras la ingesta de una sustancia alucinógena conocida como 'veneno de sapo'.
El boxeador Mike Tyson ha hablado de sus experiencias con las sustancias alucinógenas en una entrevista con The New York Post.
El campeón de los pesos pesados no ha tenido reparos a la hora de afirmar que logró cambiar de dimensión gracias a la ingesta del veneno de sapo, una droga que puede inducir a un alterado estado de conciencia. Así, el legendario deportista ha afirmado que murió durante uno de esos "viajes" pero que consiguió volver a la vida y recuperar la conciencia.
"Yo morí durante mi primer viaje", dijo el boxeador, que mantiene que su vida ha cambiado desde que experimentó esta sensanción. Su opinión sobre la vida y la muerte ha evolucionado. "En estos viajes he visto que la muerte es hermosa", asegura antes de justificar que lo único que pasa es que "la muerte tiene mala reputación".
El alucinógeno conocido como 'veneno de sapo' se extrae del sapo Bufus Alvarius, una especie autóctona del desierto mexicano que puede provocar fuertes alucinaciones e incluso causar la muerte si su ingesta es excesiva. Sin embargo, lejos de resultar algo desagradable, para Mike Tyson la experiencia le ha servido como aprendizaje. "El sapo me ha enseñado que no voy a estar aquí para siempre. Hay una fecha de vencimiento", asegura.
La decisión de probar la sustancia, que es peligrosa por su alto nivel de toxicidad, llegó porque no tenía nada que perder. Sus hábitos hacía tiempo que dejaron de ser saludables.
"Estaba consumiendo drogas pesadas como la cocaína así que me dije 'por qué no'. Esto es otra dimensión porque antes de probar el sapo yo era un desastre", dice el boxedor.
Esta experiencia extrasensorial ha provocado un cambio en la actitud de Tyson, que asegura haberse sanado de sus males y preocupaciones gracias al 'veneno' de sapo. "El oponente más duro al que me he enfrentado era yo mismo. Tenía baja autoestima. Las personas con grandes egos suelen tener baja autoestima. Usamos nuestro ego para subsidiar eso. El sapo te despoja del ego", señaló.