CUMPLE 27 AÑOS

Miley Cyrus: la chica Disney que se declaró en rebeldía

Miley Cyrus acaba de cumplir nada más y nada menos que 27 años. Y ya van 13 desde que apareciera por primera vez en 2006 en nuestras vidas gracias a la serie de televisión que le dio la fama. Aún así, estos años no han sido nada sencillos: ha pasado de ser la niña buena perfecta a ser una rebelde que quería romper todos los esquemas. ¡Menuda adolescencia!

Miley Cyrus | Getty

Álex Vilalta

Barcelona 23/11/2019 13:58

Cuando con 14 años pasas a ser una estrella de éxito internacional la vida te cambia por completo. Y eso precisamente es lo que le pasó a Miley Cyrus cuando en 2006 se estrenó la serie Hannah Montana. En la ficción la cantante interpretaba a una joven que llevaba una doble vida: estudiante de instituto de día y superestrella del pop de noche. Una simple peluca rubia marcaba la diferencia entre uno y otro personaje. Una preciosa metáfora de lo que sucedería tiempo después.

Hannah Montana trajo a Miley Cyrus grandes momentos: siete álbumes de estudio, cuatro temporadas, dos películas y 21 premios en total. Y todo esto en cuatro años. Pero, por otro lado, la sobreexposición mediática también hizo mella en la joven cantante, que con 14 años vio como su intimidad desapareció por completo convirtiendo su adolescencia en un "reallity show" retransmitido casi en directo a través de medios de comunicación de todo el mundo.

Y seguramente esa presión mediática fue la que hizo cambiar por completo a Miley Cyrus: pasó de ser la nuera perfecta y una chica Disney ejemplar a un problema para la imagen de la cadena infantil. Y eso se materializó en 2011 con la cancelación de la serie por parte de Disney. El motivo era claro: Miley estaba "desatada". Ella misma lo reconoció en el programa RuPaul Drag Race cuando fue preguntada por el fin de la serie: "demasiadas drogas". Quería dejar de ser la niña perfecta para poder vivir la adolescencia que se había perdido.

A partir de ahí, Miley decidió demostrar al mundo entero que había dejado atrás su faceta de niña buena: fiestas, looks arriesgados, fotos provocativas, videoclips muy explícitos... Y sobre todo excesos de drogas y alcohol. Así pues, se abrió una etapa muy oscura en la que la cantante quiso romper con todo, con aquello que le había impedido vivir su juventud con relativa normalidad. Se convirtió un juguete roto más por la industria del show business.

Y con su gira Bangerz lo dejó muy claro: Miley se había declarado en rebeldía. Su actitud provocativa, sus constantes referencias al sexo durante las entrevistas, sus relaciones sentimentales e íntimas ocupando portadas fue un cambio que pilló por sorpresa a la mayoría de personas. Los jóvenes la adoraban. Los padres conservadores no tanto. Y es que la críticas hacia la cantante y la forma en la que ha querido llevar su vida han sido constantes. ¿Quién no recuerda su actuación en los MTV VMA 2013 junto a Robin Thicke en la que hizo twerk al cantante en ropa interior? ¿O cuando la cantante fumó marihuana encima del escenario de los MTV EMA del mismo año?

Después de un tiempo siendo la diana de todas las críticas, y tras muchas idas y venidas con el que acabó siendo su exmarido Liam Hemsworth, Miley se encerró en rehabilitación y desapareció del foco mediático. Además de curar sus adicciones, la cantante pretendía empezar de cero. Y consiguió regresar a sus orígenes con canciones como 'Malibu' o 'Younger Now', un sonido mucho más country que recordaba a la Miley de sus inicios.

Miley no ha vuelto a ser la misma. Del mismo modo que todos evolucionamos a lo largo de nuestras vidas. Sería muy osado afirmar que el cambio de Miley Cyrus es consecuencia únicamente de la sobre exposición (y sobre explotación) de la adolescencia de la cantante. Pero sí parece evidente que esa pérdida del control de su vida durante unos años tan importantes para el desarrollo de una persona marcó de manera muy clara su vida. Podríamos hablar del "efecto juguete roto" que muchos niños y niñas, que desde pequeños han trabajado en la industria del show business, han vivido: Justin Bieber, Selena Gomez, Demi Lovato... Pero seguramente sería más fiel a la realidad hablar de cómo ésta misma industria exprime hasta las últimas gotas de estos jóvenes sin importar lo más mínimo cuales serán las consecuencias.