Una mujer acusa a Puff Daddy de haberla violado con 13 años en presencia de otros "dos famosos"

Una mujer se suma a las más de 150 acusaciones que recoge Sean Combs de violación y agresión sexual y relata que, a la edad de 13 años, se convirtió en una de las víctimas del rapero.

El mejor conocido como Puff Daddy se enfrenta a una pena de prisión de tres años por crímenes sexuales y trata de personas, pero se siguen sumando testimonios que dicen haber sufrido en las fiestas y otros eventos del artista estadounidense.

Esta nueva mujer asegura que en el año 2000 fue drogada y violada por el cantante en presencia de "dos famosos". Según los documentos judiciales desvelados , la denunciante relata que el 7 de septiembre de 2000 ella trataba de "colarse" en la fiesta de los premios MTV en el Radio City Hall de Nueva York y se acercó con tal fin a las limusinas en que llegan los famosos.

Allí, un chófer, quien era un presunto empleado del rapero, le dijo que ella era "del tipo de lo que Diddy buscaba" y la invitó a una fiesta privada del rapero en otro lugar, no sin antes pedirle firmar un documento de confidencialidad sobre lo que allí vería.

El mismo modus operandi

La denunciante, de la que se ha protegido su identidad, cuenta que tras ingerir una bebida una vez en esa casa, se sintió mareada y se tumbó en una habitación vacía, donde al poco aparecieron Diddy Combs con un famoso y una famosa a los que no ha querido identificar. Los dos hombres supuestamente la violaron por turnos mientras la mujer miraba.

La mujer no ha querido nombrar a esos dos rostros conocidos por el momento, y solo describió detalles generales de esa fiesta, como que en ella circulaban con normalidad sustancias como la cocaína y la marihuana.

Después de aquel incidente, la denunciante ha asegurado haber sufrido durante toda su vida "una profunda depresión que afecta cada faceta de su vida".

La respuesta de la defensa de Combs

La defensa de Combs, que ha negado repetidamente cualquier episodio de abuso, sea contra mujeres adultas o menores, ha calificado este último documento como uno más de "las denuncias oportunistas" contra el cantante, y ha exigido conocer la identidad de la acusadora para no tener que "jugar al juego de las adivinanzas", según relata el New York Post.

Combs se encuentra actualmente bajo custodia federal mientras espera juicio por cargos de conspiración, crimen organizado, tráfico sexual y transporte para ejercer la prostitución. El cantante se ha declarado inocente de todos los cargos.

Su caso, dada la cantidad de víctimas y de celebridades que pueden aparecer como cómplices, podría convertirse en un segundo #MeToo.