JUGADORA SEVILLANA

Olga Carmona: su gol decisivo, su lado más supersticioso y sus inicios en el flamenco

Conoce a Olga Carmona, una de las piezas clave para la Selección Femenina de fútbol durante la Copa del Mundo: una sevillana de 23 años que empezó bailando flamenco y ha acabado como defensa del Real Madrid.

El emocionante mensaje de Olga Carmona a su padre tras conocer su fallecimiento: "Sé que me has dado fuerza"

Olga Carmona | GETTY IMAGES

Europa FM

Madrid20/08/2023 08:03

Dicen que Sevilla tiene un color especial, pero en este caso también tiene jugadoras especiales.

Olga Carmona es una jugadora de fútbol sevillana de 23 años que empezó en la cantera del Sevilla FC, —donde estuvo 13 años— y ahora brilla en la capital como defensa del Real Madrid y es cuarta capitana de la Selección Femenina de Fútbol.

Hacemos un repaso por algunos de los momentos vitales más destacados de esta joven promesa del fútbol.

Sus inicios bailando flamenco

Antes de meterse de lleno en el mundo del fútbol, Olga asistía a clases de flamenco, además de a tenis y natación.

Pese a practicar baile, ella no quitaba ojo al esférico, pues sus hermanos sí que practicaba este deporte. "Después de un tiempo me dejaron jugar con ellos y aunque había diferencia de físico, ya era rápida y regateaba", contó en la entrevista.

Con tan solo 7 años la sevillana cambió los tacones y faldas de volantes, por botas de tacos y balón de reglamento para iniciar su pasión en la ciudad deportiva del Sevilla, su trampolín para llegar a donde está ahora mismo.

Su gol decisivo

Olgui, como la llaman sus compañeras de equipo, ha sido la pieza clave para que la Selección Femenina se alce como la ganadora del Mundial de fútbol.

La jugadora marcó el gol definitivo de La Roja en el minuto 89 en la semifinal de la Copa del Mundo contra Suecia, rompiendo el empate y haciendo historia.

Tras la victoria de la absoluta, Carmona publicó fotos posteriores al momentazo en el césped junto a una frase llena de emoción: "¡Estamos en la final del mundial! Inmensamente feliz por este equipo. Lo merecemos".

Pero no solo ha llevado a España a la final, también ha hecho que la gane: la sevillana ha marcado el primer y único tanto del parido en el minuto 28 haciendo historia para la Selección Femenina: han conseguido su primera Copa del Mundo.

Con los pies en la tierra

Pese a que el fútbol siempre fue su sueño, Olga tiene los pies en la tierra y sabe que, aunque sea una profesión muy bonita, no dura para siempre.

Por eso la cuarta capitana de la Selección está a punto de graduarse en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, a falta de dos asignaturas y el TFG.

"Estoy orgullosa por poder compaginar los estudios con el fútbol porque lo fácil sería no hacer nada [...] y si no hiciera nada por las tardes me aburriría”, contó en una entrevista con El País.

Además, para gestionar este temprano éxito, la deportista comenzó a acudir a terapia tras mudarse a la metrópoli y ver el giro de 180 grados que había dado su vida: le pedían fotos y autógrafos constantemente por la calle y estaba empezando a jugar en uno de los mejores equipos del país.

Su lado más supersticioso

Como muchos grandes deportistas, Olga es un poco supersticiosa.

En la entrevista con El País, antes de comenzar la Copa del Mundo, la sevillana contó que pensó por un momento en cambiarse las espinilleras, pero rápidamente esa idea se fue de su cabeza, y menos mal, porque en el partido contra Suecia acabó dando el gol que dio el pase a España a la final del Mundial.

"Al final no lo hice porque me dio pánico. Soy un poco supersticiosa y siempre me han dado suerte, por lo que espero que siga así en esta Copa del Mundo", explicó.

Estas espinilleras son muy especiales, pues la jugadora tiene serigrafiadas algunas de las personas más importantes de su vida: su familia en una y ella jugando al fútbol en otra.

Entre ellas se encuentra su madre, con quien tiene una relación muy especial, y que sufrió mucho cuando su niña tuvo que poner rumbo a Madrid para cumplir su sueño de ser futbolista profesional.

Ambas comparten un tatuaje juntas.