Pedro Alonso: su edad, su novia hipnoterapeuta, su pasión por la pintura y la extraña manía que tiene antes de actuar
El papel de Berlín en La casa de papel le hizo saltar a la fama, pero lo cierto es que Pedro Alonso lleva años sorprendiéndonos con sus actuaciones. Conocemos un poco más sobre el lado más personal del actor gallego: su novia francesa, su pasión por la pintura y la manía que no le deja actuar.
Este domingo, Salvados estrena Ence: La casa del papel, un programa en el que Gonzo se trasladará a Galicia para hablar sobre Ence, la fábrica de energía y celulosa de la ría de Pontevedra. Sin embargo, en este camino le acompañará un conocido acompañante que ya sabe mucho sobre guiones y planes imposibles.
El actor gallego Pedro Alonso, conocido por su papel de Berlín en La casa de papel, también estará presente en este nuevo episodio para acompañar a Gonzo en su aventura por el norte de España.
A pesar de que la entrega de Netflix significó su gran salto a la fama, lo cierto es que Pedro Alonso lleva años dedicado al mundo de la actuación. En Vigo, su ciudad natal, el actor conoció el teatro por primera vez y se enamoró de ese mundo, algo que le llevó a mudarse a Madrid para estudiar en la RESAD. Poco después, empezó a trabajar con pequeños papeles en ficciones como A las once en casa, Todos los hombres sois iguales, Mediterráneo o Código fuego.
De allí, el actor dio el salto a la televisión autonómica gallega, donde trabajó durante años con papeles de cierta relevancia en series como Rías Baixas (2003-2005), Maridos e mulleres (2006-2008) o Padre Casares, donde dio vida al sacerdote protagonista de la serie, en el que fue su primer gran trabajo en televisión.
A partir de 2011 pudimos verle com antagonista en la serie Gran Hotel y también en el elenco de series como Bajo sospecha, El ministerio del tiempo o La embajada. Sin embargo, su gran oportunidad llegó de la mano de La casa de papel, que apostó por él para encarnar a uno de los personajes más queridos de las dos primeras temporadas de la serie y que le han traído el reconocimiento que tantos años llevaba buscando.
Ahora, a sus 50 años (1971), el actor ha experimentado una nueva juventud gracias al mundo del espectáculo y, especialmente, al éxito que le ha otorgado su personaje, el malvado y carismático Berlín. "Sé lo que es desaparecer. Yo me he muerto. Se me pasó el tren y se acabó. A los treintayalgo entendí que era uno de esos que preguntabas qué había sido de él. Colapsé literalmente y me reconstruí desde otro lugar", aseguraba el actor en una entrevista en Vanity Fair.
Sin embargo, detrás de su carrera profesional también se encuentra un lado mucho más personal, en el que el actor comparte su vida con una novia hipnoterapeuta, con la pasión por la pintura y con una extraña manía que le puede impedir aactuar.
Su novia hipnoterapeuta
El corazón de Pedro Alonso está bien ocupado. Y es que durante los últimos años, el actor ha estado saliendo con Tatiana Djordjevic, una hipnoterapeuta parisina de origen serbio a la que conoció durante unas vacaciones en Francia.
El actor no tiene ningún reparo a la hora de hablar de su pareja, para la cual solo tiene buenas palabras: "Tiene un perfil maravilloso. Es guapa, muy lista y tiene inquietudes no convencionales. Yo nunca había conocido a nadie que hiciera regresiones, pero sí que me interesaban las terapias alternativas. Por eso, a los pocos días de conocernos, Tatiana me dijo '¿quieres que te haga una regresión?' y yo '¡¿cómo?!'", relataba el actor, que finalmente accedió a someterse a esta terapia y acabó por enamorarse de ella.
Cuando se conocieron en París, el actor aseguró en una entrevista con Vanity Fair que sintió un auténtico flechazo. "El primer día la conocí y, cero coqueteo, nos pusimos a hablar. Al acabar esa conversación le di mi teléfono por si le apetecía quedar durante los 11 días que iba a estar allí. Me contó que era hipnoterapeuta y en los jardines de Giverny, los mismos de los cuadros de Monet, fue cuando me ofreció hacerme la regresión", contó.
Pasión por la pintura
Además del mundo de la actuación, las pasiones de Pedro Alonso no están muy alejadas del mundo artístico. De hecho, el actor lleva mucho tiempo enfocado en la pintura, especialmente en un proyecto que ha realizado con su pareja "a cuatro manos": el cartel del Festival Internacional de Montecarlo.
La pintura se ha convertido para él en una forma de reencontrarse: "Descubrí una forma de concentrarme que me ha ayudado a llegar a otros sitios. Trabajo sobre todo al agua, no soy muy estricto con la técnica, ni fetichista con los materiales", explicaba.
"Lo de la pintura lo llevo haciendo hace bastantes años. Seguramente, es el centro de lo que hago. Pero hasta ahora no he abierto la puerta a las exposiciones. Aunque creo que más pronto que tarde voy a exponer o a publicar", aseguraba el actor.
De hecho, es tal su pasión por el dibujo que hasta se ha atrevido a pintar a sus compañeros de reparto en La casa de papel. Y parece que no se le da nada mal lo de pintar...
Su novela más personal
Tatiana Djordjevic no es solo la novia de Pedro Alonso, sino que también se ha convertido en una auténtica inspiración para él. De hecho, según revelaba el propio actor, fue ella la que le motivó a publicar su primera novela dos años después de su primer encuentro. "La experiencia fue increíble. Tan así, que yo escribí un libro dos años después de eso", recordaba.
El libro de Filipo, que es como se llama su primera novela, habla sobre la reencarnación del propio Pedro Alonso en un guerrero romano, en los tiempos del imperio, que –tras conocer al líder de un grupo rebelde– cambia en todos los sentidos. "¡Tienes que leerlo! Si te interesa, por supuesto. Pero te cuento que ya se ha publicado en España y en Italia y ahora se va a publicar en Turquía, en Hungría, en Polonia y en ocho países de Latinoamérica", explicaba en el diario El Mundo.
A pesar de ello, no es la primera vez que el actor escribe. De hecho, llegó a escribir una novela de 573 páginas a base de "mensajes en el móvil", a la que tituló Potro noruego, aunque finalmente se decantó por no publicarla, a pesar de las buenas reviews que recibió de algunos amigos escritores. "Me sirvió para encontrar mi voz", aseguraba.
La extraña manía que tiene antes de actuar
Sin embargo, lo cierto es que su pasión por la pintura también le ha vuelto un poco excéntrico para algunas cosas. Desde hace años, el actor viaja a todos lados con libretas para poder dibujar siempre que quiere, incluso cuando está rodando.
De hecho, estas obras han empezado a colarse en los rodajes de sus series y películas más de lo que creemos. Así, el actor reconocía que tiene una pequeña manía que puede impedirle actuar si no la lleva a cabo: "Si no pinto antes de una secuencia y no llevo mis 'estampitas' al plató, no puedo grabar", aseguró en Vanity Fair.
"Las coloco disimuladamente por el decorado. A ver, soy obsesivo, tengo que hacerlo, pero me da un poco de vergüenza. Algunas veces alguien del equipo se da cuenta: '¿Quién ha puesto este papel aquí?'", recordaba.