P!nk confiesa que estuvo más de un año sin tener sexo con su marido
La cantante nos ha demostrado que es una mujer fuerte, segura de lo que hace y sincera con su vida y sus relaciones familiares. Son pocos los que no recuerden el potente discurso que pronunció en la anterior edición de los Premios VMAs , en el que hablaba de su hija y de los problemas que habían tenido. Ahora, en una entrevista, P!nk se sincera sobre la complejidad de las relaciones monógamas y sus claroscuros.
En un artículo publicado por el diario británico The Guardian, P!nk nos habla de los problemas que atraviesa –y ha atravesado- su matrimonio con el expiloto de motocross, Carey Hart, con el que recordamos que comenzó en el año 2001, pero cortaron dos años después. Retomaron la relación en 2005 -cuando la cantante le pidió matrimonio-, pero se separaron de nuevo hasta llegar a su última reconciliación, en 2009, fruto de la cual nació su primera hija y ahora el pequeño Jameson.
En todo este ir y venir de sentimiento, P!nk confiesa cómo su vida sexual también se vio resentida, con momentos en los que asegura: “Le miro [a Hart] y es la persona más atenta, lógica, constante... como una roca. Un buen hombre. Un buen padre. Justo el tipo de padre que pensé que sería. Pero después lo miro y pienso: ‘Nunca me has gustado. No hay nada que me guste de ti. No tenemos nada en común. No me gustan esas cosas horribles que te gusta a ti. No quiero verte más’. Pero pasan dos semanas y estamos genial. Aunque atravesamos épocas en las que no tenemos sexo durante un año. ¿Es el final? ¿Es nuestro funeral? ¿Me gusta? ¿Le gusto? ¡La monogamia supone un gran esfuerzo! Pero después continúas esforzándote y todo va bien de nuevo”, comenta.
La montaña rusa de los sentimientos no para nunca: "Luego, dos días después, me está ayudando a sentirme bien y me dice cosas que sólo él podría decirme porque me conoce desde hace mucho tiempo. Y al día siguiente quiero apuñalarlo con un tenedor…”.
El matrimonio entre la cantante y el expiloto parece más fuerte desde que ambos decidieran acudir a terapia donde les enseñaron la importancia de la comunicación en la vida en pareja: “Ya no le devuelvo mi alianza cada noche. Porque es algo estúpido, no puedo hacer eso”.