SE CULPA DEL SUICIDIO

Sinéad O'Connor, hospitalizada tras la muerte de su hijo: "Me odio a mí misma"

Sinéad O'Connor acaba de vivir una de las peores experiencias de su vida: su hijo Shane, de 17 años, se suicidó la pasada semana. Ahora la cantante irlandesa ha sido hospitalizada tras reconocer que se culpa de la pérdida del joven y que se ha planteado acabar con su vida.

Sinéad O'Connor | Agencias

Europa FM

Madrid16/01/2022 13:05

Sinéad O'Connor está haciendo frente ahora a los peores días de su vida. Hace tan solo una semana, Shane, el hijo de la cantante irlandesa, aparecía muerto después de que fuera denunciada su desaparición el pasado jueves día 6 de enero y la cantante trata ahora de sobreponerse a este duro golpe.

El joven, de tan solo 17 años, se escapó horas antes de un centro médico donde se encontraba bajo vigilancia por riesgo de suicidio y acabó quitándose la vida, a pesar de los constantes mensajes de su madre en redes sociales en los que le pedía que cesara en su intento de hacerse daño a sí mismo. "Shane, tu vida es preciosa. Dios no esculpió esa hermosa sonrisa en tu hermoso rostro por nada. Mi mundo colapsaría sin ti. Tú eres mi corazón. Por favor, no dejes de latir. Por favor, no te hagas daño. Ve al Gardai (policía irlandesa) y te llevaremos al hospital", escribió tras conocer su desaparición.

Desde entonces, la artista no ha dejado de lamentar en redes sociales la muerte de su único hijo, llegando al culpar al estado irlandés y al hospital en el que estaba ingresado por no haber sido capaces de vigilarlo para evitar la tragedia. "Que Dios perdone al Estado irlandés porque yo nunca lo haré. Voy a tomarme un tiempo en privado ahora para llorar a mi hijo. Cuando esté lista, contaré exactamente cómo el Estado irlandés, en las formas ignorantes, malvadas, egoístas y mentirosas de Tusla y el HSE, permitió y facilitó su muerte", escribió en Twitter.

Ingresada en un hospital

Ahora, a raíz de la dolorosa pérdida y la espiral de sufrimiento que ha vivido O'Connor durante los últimos días, ha tenido que ser hospitalizada. Ha sido ella quien ha dado la noticia, después de que tuviera que ser acompañada por la policía hasta un centro sanitario: "Estoy perdida sin mi hijo y me odio a mí misma. El hospital ayudará un tiempo. Pero voy a encontrar a Shane. Esto es solo una demora".

La cantante había compartido horas antes unos mensajes en los que se culpaba del fallecimiento de su hijo y reconocía que se había planteado quitarse la vida: "Todo lo que toco, lo arruino. Solo me quedé por él. Y ahora se ha ido", expresaba la artista, que acaba de despedir a su hijo Shane en una ceremonia hindú.

O'Connor también se ha culpado a sí misma de la muerte de Shane, pues antes de ser trasladada al hospital, la intérprete de Nothing Compares 2 U escribía el siguiente tweet: "Por favor, no piensen que no soy consciente de que le fallé a mi hijo, junto con Tusla y el HSE y el Estado irlandés. Todos le fallamos", explicaba la cantante, que reveló que su hijo había sido ingresado en el hospital tras escribir notas con instintos suicidas y en las que planeaba su propio funeral.

La dura vida de Sinéad O'Connor

La muerte de Shane no ha sido la única experiencia difícil que ha experimentado Sinéad O'Connor a lo largo de sus 55 años de vida. De hecho, la artista irlandesa, que cambió su identidad tras convertirse al islam hace tres años para pasar a llamarse Shuhada'Davitt, lleva años intentando hacer frente a sus propios problemas y su pasado marcado por las muertes de personas cercanas, el abuso infantil y sus intentos de suicidio.

De hecho, ella ha hablado en varias ocasiones de los abusos que vivió por parte de su madre, tras el divorcio de sus padres, que la maltrataba física y sexualmente: "Mi madre tenía obsesión por destruir mi útero", llegó a asegurar.

Además, la cantante también tuvo que hacer frente a una cruda batalla legal por la custodia de su segunda hija Róisín Waters, fruto de su relación con el columnista John Waters. De hecho, tras enterarse de que solo podría verla una vez al mes, O'Connor trató de quitarse la vida con una sobredosis de pastillas cuando solo tenía 33 años.