La vida personal de Pitingo: su nombre real, su mujer desde los 16 años y la enfermedad de su hijo Manuel
Pitingo es el inventor del género que mezcla el flamenco y el soul, la Soulería. Pero más allá de su gran faceta como cantaor, el artista ha formado una familia desde bien joven y ha vivido tanto momentos preciosos como altibajos.
Pitingo se ha convertido con las décadas en una de las figuras del flamenco español más destacadas del siglo XXI. El nacido en Ayamonte, Huelva, ha conseguido grandes hitos en la música, gracias a discos como Pitingo con Habichuelas y Soulería, entre muchos otros. De hecho, es reconocido por crear la combinación del soul y del flamenco.
Pero más allá de su trayectoria musical, Pitingo tiene una interesante vida personal, marcada por su etnia gitana, sus orígenes y su amor por la música desde que era tan solo un niño. Una faceta algo más desconocida que el onubense ha contado alguna vez.
El cantaor nació bajo el nombre de Antonio Manuel Álvarez Vélez el 6 de noviembre de 1980, y escogió dicho nombre artístico por su origen caló, pues Pitingo significa presumido.
Sus orígenes en Huelva
Pitingo es hijo de madre gitana y padre payo. El artista creció en un cuartel, pues su padre fue Guardia Civil, y poco a poco fue aprendiendo el cante en familia, pues su talento viene heredado.
Pitingo proviene de dos de las sagas de tradición cantaora más conocidas, los 'Valencia' y los 'Carpio'. Antes de dedicarse de pleno a la música, el onubense se buscó la vida en Madrid, y poco a poco fue abriéndose paso ante figuras del flamenco como Enrique Morente, Carmen Linares y Pepe Habichuela.
Un amor adolescente
El artista lleva con su mujer, Verónica Fernández, desde los 16 años. Tras 12 años de noviazgo decidieron pasar por el altar. "Es la mujer de mi vida. El primer día que la vi, se lo dije: "tú vas a ser mi esposa'", contó en Diez Minutos. Y así ocurrió.
Sus amigos le llamaban "antiguo", pero él confió en el amor: "Yo conocí a mi mujer cuando ella tenía 15 años y yo 16. Había estado con otras mujeres y para ella yo fui el primero. Verónica era muy educada y yo un pieza, pero fui cambiando, me enamoré".
De hecho, en la revista mencionada Pitingo contó que Verónica lo ayudó a seguir sus sueños: "No me atrevía a dejar esto [recoger maletas en Barajas] por los tablaos. Hasta que mi mujer me dijo: 'Ponte a cantar, que también es trabajo'. Y lo hice, aunque al principio pasamos muchas fatigas".
En 2008 se casaron en una boda civil, en una ceremonia a la que asistieron rostros reconocidos como Loles León, Juan Ramón Lucas e Imanol Arias.
El cantaor es una persona muy familiar. Así lo ha contado, emocionado, en MasterChef Celebrity: "La casa se me cae encima si estoy solo". Siempre necesita "estar acompañado por algún familiar", pero sobre todo por su mujer. "Cada vez que me caigo, ella me levanta", asegura.
Su hijo Manuel
En 2012, el matrimonio decidió hacer crecer su familia y dieron la bienvenida a Manuel, el que Pitingo considera el "motor de su vida". Según ha descrito el cantante en alguna ocasión, aunque el pequeño quiere ser futbolista, el arte le corre por las venas.
Eso sí, prefiere que se dedique a otra cosa alejada de lo artístico: "El mundo del arte es sacrificado y tienes que ser muy bueno para mantenerte". "Me sentiría muy orgulloso si tuviera una carrera. Yo dejé de estudiar a los 12 años", expresó sobre su hijo en Diez Minutos.
Manuel ha sido el protagonista del peor momento de la vida de Pitingo. así lo ha explicado él mismo en alguna ocasión, cuando su hijo enfermó y todo apuntaba a que tenía cáncer.
"Cuando mi hijo enfermó, me quedaba dormido rezando y llorando", expresó en Diez minutos. De hecho, el niño estuvo un tiempo ingresado: "Estuvo un mes en oncología, con los médicos preparándonos para lo que se nos venía encima".
Finalmente todo quedó en un susto. "Al final resultó ser una mononucleosis bestial que daba los mismos síntomas que una leucemia. Fue el peor mes de mi vida", contó el artista.
A partir de ese momento, Pitingo relativiza mucho con lo que le ocurre en el día a día: "Ese diagnostico lo tengo guardado y cuando tengo un mal momento lo miro y pienso: 'Esto sí que era un problema'".
Su anécdota con Obama
Pitingo tiene mil y una anécdotas llevando el soul y el flamenco por todo el mundo, pero la más destacada es la que vivió en la Casa Blanca.
Así lo contó en MasterChef Celebrity. El artista actuó frente al expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama. Pero mientras actuaba, el dirigente empezó a aplaudir, y el onubense se desconcentraba por el ritmo inadecuado de las palmas.
Por ello, con mucho humor y educación, Pitingo le pidió a Obama que dejara de aplaudir, pues "dificultó la interpretación". Y el político le hizo caso, con una sonrisa.