Vivir con lupus: la realidad de Selena Gomez

El 2015 se convirtió en el punto de inflexión en la vida de Selena Gomez. La artista no solo rompía relaciones con quienes hasta ese momento habían controlado su carrera profesional —Disney y su madre—, sino que hacía pública su enfermedad. La cantante compartía con el mundo que padecía lupus, una enfermedad autoinmune por la que más tarde tendría que someterse a un trasplante de riñón.

Selena Gomez se vio obligada revelar su problema de salud después de que se la viera en un centro médico y los rumores apuntaran a que tenía problemas con las adicciones, algo muy alejado de la realidad que estaba viviendo la artista. "Fui diagnosticada con lupus y tuvieron que hacerme quimioterapia. Eso es lo que me pasó y fue eso lo que me llevó a los Meadows", dijo en una rueda de prensa.

En una entrevista con la revista Billboard aseguró: "Tenía tantas ganas de decir: 'No tenéis ni idea. Estoy en quimioterapia. Sois una basura'. Pero me enfadaba incluso ante la necesidad de tener que decir eso. Es horrible entrar a un restaurante y que todos te miren, y saber lo que están diciendo. Me encerré hasta que pude volver a sentirme segura y confiar en mí de nuevo".

Selena había tocado fondo

Esos años no fueron nada fáciles para Selena Gomez y llegó a tocar fondo: "Creí que lo había perdido todo. El hecho de que no lo contara no significa que no haya tenido mis momentos. Pero es casi inseguro para mí siquiera hablar de eso, porque se aprovecharían de mí".

En una entrevista a la revista People explicó que tuvo que tomarse un tiempo porque su enfermedad la había afectado de muchas maneras, incluso a su salud mental: "Descubrí que la ansiedad, los ataques de pánico y la depresión pueden ser efectos colaterales del lupus, y eso puede presentar sus propios desafíos".

El trasplante de riñón que salvó a Selena Gomez

Desvelar su enfermedad supuso quitarse un peso de encima, incluso empleó sus redes sociales para darle visibilidad. En septiembre de 2017 explicó a sus seguidores que se había sometido a un trasplante de riñón a causaa de una nefritis —una de las complicaciones más comunes a causa del lupus que padece—.

Para esta operación, la cantante contó con su amiga, la actriz Francia Raisa, que le donó uno de sus riñones. La amistad salvó a Selena y es un gesto que jamás olvidará. Así se lo hizo saber en la entrega de los Premios Billboard cuando recibió el premio a la Mujer del Año: "Creo que esto debería haberlo ganado Francia por salvarme la vida. Me siento increíblemente afortunada porque en algún momento también me sentí confundida: tal vez si hablaba demasiado, no hacía lo suficiente. Y la verdad es ahora sé que tengo esta posición que me fue dada y la respeto; quiero ser parte de algo grande y agradeceros por haber estado en los momentos realmente duros. Por dejarme ilustrar lo que siento con mi música y creer en mí incluso cuando yo no podía hacerlo".

Centrada en su trabajo y en su faceta solidaria

Aún con sus problemas de salud, Selena Gomez no ha dejado de trabajar. Formó parte de la productora ejecutiva de la serie adolescente de Netflix 13 Razones, una ficción que abordaba los problemas del bullying y el suicidio. Además, ayuda a recaudar fondos para la investigación sobre el lupus.

Selena Gomez también está muy impliacada en las campañas por los derechos de la comunidad LGBT y ha mostrado su férrea defensa por la legalización del aborto y la distribución igualitaria a nivel mundial de la vacuna contra el virus del COVID. Entre sus acciones más solidarias, destaca la visita a hospital infantiles.