CRÓNICA | TEATRO REAL | 28 DE JULIO

Amaia no es una estrella, es una galaxia

Amaia & The Free Fall Band han agotado las 1750 localidades del Teatro Real de Madrid en el segundo concierto de la cantante. La ganadora de Operación Triunfo tiene el talento necesario para subirse al mismo escenario que ha visto pasar a Plácido Domingo o la Filarmónica de Viena.

Amaia durante su concierto en el Teatro Real de Madrid | Universal Music Festival

Madrid 30/07/2018 00:18

Amaia no tiene prisa. No necesita aprovecharse del ‘boom’ mediático de su reciente participación en Eurovision ni agarrarse a la fiebre Operación Triunfo. Amaia empieza su carrera en solitario poco a poco, debutando en grandes escenarios y arropada por músicos con el bagaje profesional que ella todavía debe acumular. The Free Fall Band la acompañó en su bautismo en el Primavera Sound y ahora han llenado juntos el Teatro Real de Madrid dentro del Universal Music Festival.

El público la esperaba inquieto. Un murmullo recorría las butacas. Apareció en el escenario, saludó con un gesto tímido y se sentó al piano para hacer suya toda la música del mundo. Tocó ‘Basin Street Blues’ de Louis Armstrong, ’Alfonsina y el Mar’, de Mercedes Sosa, ‘Loosing You’, de Randy Newman e interpretó el ‘Zorongo Gitano’ con desgarro y delicadeza a partes iguales. Estallaron los aplausos y llegó el momento de que The Free Fall Band saliera al escenario. “Muchas gracias por venir, me he emocionado un montón”, decía.

Su propuesta con la banda demuestra que Amaia no tiene prejuicios. En su repertorio hay hueco tanto para clásicos como ‘Bang Bang’, de Nancy Sinatra, como para ‘Felices Los 4’, un reggaeton que casi suena mejor en su delicada voz que en la de Maluma. Deliciosa su versión de ‘Videogames’, de Lana del Rey, igual que ‘Tuyo’, de Rodrigo Amarante, que sonó como una caricia en la cicatriz del desamor. Exquisitas también ‘Senza un perché’ y ‘El Mundo Extraño’ de El mató a un policía motorizado.

Profunda ovación y el público en pie. Solo quedaba tiempo para volver al piano a entonar ‘Miedo’, que presagiaba el final. Amaia y su banda despidieron el show alargando ‘¿Por qué te vas?’, una pregunta que terminó coreando el público, que se hubiera quedado escuchándola toda la tarde.

Con una propuesta así, Amaiarecupera el folclore olvidado y probablemente desconocido para sus seguidores más jóvenes. Pero también tiene la curiosidad y la valentía para dejarse llevar por otros ritmos, abriendo un abanico de géneros que, con trabajo, dedicación y su estilo único, será capaz de dominar. Porque Amaiano es solo una estrella, es una galaxia llena de recovecos que ella misma debe explorar.