Antes que el Benidorm Fest estuvo el Festival de Benidorm: qué era y qué artistas participaron

Entre el 9 y el 11 de julio de 1959 se celebró la primera edición del Festival de Benidorm en la sala de fiestas Manila Park. El certamen fue una iniciativa del Ayuntamiento de la ciudad alicantina y la Red de Emisoras del Movimiento —cadena de radio que existió durante la dictadura franquista—. El objetivo era hacer de este evento musical una réplica del famoso Festival de San Remo italiano y así lo acordaron, entre otros, el Secretario General de Prensa y Radio del Movimiento, Juan Carlos Villacorta, y el alcalde de Benidorm Pedro Zaragoza en una reunión celebrada en el quiosco del Tío Quico, tradicional lugar de encuentro de aquella época y que ahora es el hotel Selomar.

Solo tres años después, en 1962, el festival tuvo que ser trasladado a la plaza de toros de la localidad pues la sala de fiestas se quedó pequeña para acoger a todo el público que quería disfrutar en directo del espectáculo. En esa cuarta edición, el ganador, el que obtuvo la Sirenita de Oro —también se entregaban la Sirenita de Plata y la Sirenita de Bronce—, fue un chico de 19 años, de Linares, de nombre Raphael, por la canción Llevan.

En poco más de cinco ediciones los organizadores del concurso empezaron a comprobar que sí, que su idea había sido acertada y Benidorm se había colocado en el mapa por sus playas y por la música. Cada vez tenían que dar cobijo a más espectadores y las jóvenes promesas de la canción de ese momento lo empezaban a considerar un excelente escaparate. En estos años se sucedieron los mejores momentos de la historia del Festival Internacional de la Canción de Benidorm.

Mención especial merece la edición de 1968. Por primera vez se convocó a un jurado internacional europeo y el ganador fue un estudiante de derecho y exfutbolista del Real Madrid llamado Julio Iglesias que interpretó una de las canciones imprescindibles de su carrera: La vida sigue igual. “Gracias a este Festival Nacional de la Canción todo se convirtió en un sueño que dura hasta hoy”, recordaba el protagonista el pasado mes de julio cuando se cumplían 55 años de aquel triunfo.

Raphael y Julio Iglesias le deben mucho al festival, fue el gran impulsor de su carrera y, tras sus victorias, los dos cantantes fueron seleccionados para representar a España en Eurovisión. Pero además de ellos, por el escenario del festival pasaron otros artistas que después sonaron fuerte como Karina, que participó en 1961 con su nombre real Pilar Llaudes; Víctor Manuel, que concursó en 1966 con dos canciones Tus Cosas y Mucho: el Dúo Dinámico, que también estuvo presente ese mismo año como compositor de Amor Amargo para el cantante valenciano Bruno Lomas; y Tino Casal que quedó segundo en 1978 con Emborráchate.

Eran sus años dorados y el festival también contó con la actuación de grandes figuras de la música de España y de fuera de ella como Aretha Franklin, Rocío Jurado o Raffaella Carrá.

Las horas más bajas del festival

De la misma manera que la popularidad del certamen creció rápidamente, a partir de 1972 su fama entró en declive hasta el punto de que en 1979 ni siquiera se celebró —a pesar de que en 1977 su sede se trasladó al Benidorm Palace, el lugar con el que se llevaba soñando un tiempo–.

El festival volvió en 1980, pero ni mucho menos con la fuerza y las expectativas con las que nació. En 1983 se celebró como una mera exhibición sin ganadores; en 1984 no se celebró y en 1985 tuvo lugar la edición número 25, en la que se intentó llamar la atención de un público más joven con las actuaciones de los grupos Aerolíneas Federales y Seguridad Social. Fue la última de esta primera etapa.

Casi una década después, en 1993, un nuevo intento de recuperar este certamen tampoco terminó de consolidarse. No consiguió volver a ser referente para las nuevas promesas de la canción y su repercusión mediática fue casi nula. La de 2006, la edición 39, con La Década Prodigiosa como grupo ganador, fue la última que el festival se celebró tal y como se había concebido.

El fenómeno Benidorm Fest

En julio de 2021, en una rueda de prensa de la ciudad alicantina, se anunció la inesperada vuelta del festival, con novedades y nuevas mecánicas. Se recuperaba el espíritu del certamen, con lógicas adaptaciones a la nueva época, y una gran noticia: el ganador sería el representante de Eurovisión, después de haber probado varios formatos de selección para relanzar así la participación de España en el festival europeo de la canción.

El 26 de enero de 2022 se celebró la primera de las semifinales del Benidorm Fest y su retransmisión en directo fue el primero de los éxitos que cosecharía el certamen, que logró un impresionante share de 21% en la final en la que Chanel con SloMo se proclamó ganadora, con una intensa polémica por parte de los seguidores de las otras finalistas, Rigoberta Bandini y Tanxugueiras. Además, las redes sociales se convirtieron en uno de sus principales motores de popularidad y el festival monopolizó las conversaciones durante varios días. El tercer puesto de la ganadora en Eurovisión, la mejor posición para España desde la 10ª posición de Ruth Lorenzo, fue el colofón del fenómeno iniciado por el Benidorm Fest.

En 2023, el entusiasmo por el festival no decreció y ya en la presentación de candidaturas, entre las que había artistas de asentada trayectoria musical, quedó demostrado que el Benidorm Fest había supuesto un hito en el panorama de la música en España y había devuelto el interés por el legendario festival de la canción europea. Blanca Paloma y su EAEA obtuvieron el pasaporte directo a Liverpool.

Este año, la organización de Benidorm Fest ha cerrado el plazo con más de 800 candidaturas de las que saldrán los 16 participantes que se conocerán el sábado 11 de noviembre. Todo apunta a un nuevo éxito del certamen cuya final se celebra el sábado 3 de febrero en Benidorm.