Arcade Fire revolucionan Primavera Sound con su concierto sorpresa
La primera jornada “grande” de esta edición del Primavera Sound estuvo marcada por el concierto sorpresa de Arcade Fire en el pequeño escenario Unexpected, donde presentaron mundialmente en directo su nuevo single Everything Now y Creature Comfort, otro tema nuevo que tocaron hacia el final del show.
Desde hacía semanas el misterioso interrogante que aparecía en la sección Unexpected dentro de la extensísima programación del Primavera Sound se descubrió en la jornada del jueves por todo lo alto: Arcade Fire aparecían por sorpresa en un "improvisado" escenario cuadrado frente al Primavera stage, pasando prácticamente desapercibido.
Hacia las 20.30 de la tarde, la banda liderada por el Win Butler y Régine Chassagne subía al escenario sin previo aviso para la sorpresa de todos los que "pasaban por allí". Rápidamente se cerró el acceso dejando a unos cientos de afortunados como público, aunque rápidamente se fue uniendo gente por los alrededores para disfrutar de la enorme sorpresa.
Vestidos con sudaderas negras con las iniciales de su nuevo álbum bordadas en ellas, Arcade Fire presentó por primera vez en directo su nuevo single Everything Now, seguido de un setlist formado por grandes éxitos de la banda canadiense en el que no faltaron hits como No Cars Go, Reflektor o We Exist; incluyendo hacia el final otro nuevo tema, Creature Comfort; que probablemente vuelvan a interpretar en su concierto programado para el sábado.
A la media hora de empezar el concierto sorpresa de Arcade Fire, en el escenario Pitchfork tenía lugar el de Glass Animals, abarrotado desde antes de empezar.
La banda británica deleitó al público con su pop psicodélico en el que no faltaron las coreadas Life Itself, Poplar St, Gooey, Cane Shuga, Youth o Pork Soda. Siendo uno de los conciertos más enérgicos del día y uno de los grupos más destacados fuera de los cabeza de cartel.
Precisamente uno de los cabeza de cartel de esta edición, Bon Iver, empezaba su concierto en el escenario Heineken poco después. Su nueva apuesta musical combinando su característico folk con electrónica, dio lugar a la presentación de su nuevo álbum 22, A Million.
Justin Vernon no decepcionó y su directo sonó sencillamente impecable, dando la sensación de que te estaba cantando en el salón de casa aunque estuvieses en uno de los conciertos más multitudinarios de la noche.
Aunque su el folk cibernético de su nuevo trabajo acaparó gran parte del setlist, con una puesta en escena acorde llena de símbolos y números; tampoco faltaron grandes clásicos del de Winsconsin como Holocene y Skinny Love, con el que finalizó el concierto.
Aphex Twin era otro de los directos más esperados de la noche. El irlandés jugó a combinar temas bailables cercanos al deep, con sonidos industriales realmente atronadores, que gustó a unos y "desquició" a otros.
Su puesta en escena era igual de desconcertante, grabando las caras de incomprensión del público deformándolas y distorsionándolas.