El día que Freddy Mercury hizo historia: 39 años del concierto de Queen en el Live Aid de Wembley
El concierto Live Aid consiguió reunir a los mejores artistas de rock del momento, pero la banda liderada por Freddy Mercury eclipsó a todos. Fueron veinte minutos de concierto épicos en los que el intérprete de Barcelona demostró que su voz y su poder en el escenario eran de otro mundo.
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Mil millones de personas de 72 países disfrutaron del que se considera el mayor espectáculo musical de todos los tiempos. Se trata del Live Aid, dos conciertos que se celebraron de forma simultánea en el estadio de Wembley, en Londres, y en el estadio John F. Kennedy, en Filadelfia, el 13 de julio de 1985, hace ahora 39 años.
El evento se organizó por iniciativa de la fundación Band Aid, nacida un año antes para ayudar a las víctimas de la hambruna en Etiopía a la que se unieron artistas y bandas británicas de rock y que consiguió recaudar 140 millones de dólares.
El cartel en Filadelfia contaba, entre otros, con The Pretenders, Simple Mind, Madonna, Eric Clapton, Philp Collins, Mick Jagger o Bob Dylan.
En Londres, actuaron U2, David Bowie, Dire Straits, Sting, Elton John y Queen, que vivió una de las noches más importantes de su carrera.
Por aquel entonces, la banda liderada por Mercury no atravesaba un buen momento. Tras haberse tomado dos años sabáticos, en 1984 regresaron a la escena con el álbum The Works, que no consiguió el éxito de sus anteriores trabajos.
Con este nuevo disco iniciaron una gira que estuvo salpicada por la polémica, pues la banda decidió actuar en Sudáfrica durante un boicot cultural promovido por la ONU en pleno auge del apartheid en Sudáfrica. Además, Mercury fue objetivo de una campaña de especulaciones sobre su sexualidad.
Y Queen robó el espectáculo
Después de U2, el grupo de moda, y Dire Straits, fue el turno de los intérpretes de Somebody to Love.
Caía la noche en Londres y en el escenario apareció la banda capitaneada por Freddy Mercury, vestido con un vaquero ceñido, unas zapatillas Adidas blancas y negras, una camiseta blanca de tirantes, un brazalete de tachuelas en el brazo derecho y su característico bigote.
Sentado al piano, interpretó las primeras notas de Bohemian Rhapsody y se hizo la magia. Desde la primera canción, las 72.000 personas que presenciaron en directo el concierto cayeron rendidas a la potente voz del cantante y al sonido de la guitarra de Bryan May, el bajo de John Deacony y la batería de Roger Taylor.
Queen acaparó el protagonismo durante algo más de 20 minutos en los que su líder recorrió el escenario una y otra vez, interactuó con el público e hizo gala de su poder en escena. El repertorio de sus grandes éxitos siguió con Radio Ga Ga, Hammer to Fall y Crazy Little Thing Called Love hasta que el concierto llegó a su punto álgido con We Will Rock You y We Are the Champions, canciones que los espectadores cantaron enfervorecidos.
"Nunca había visto algo así en mi vida y tampoco fue algo calculado… Fue el mejor día de nuestras vidas", llegó a afirmar Bryan May sobre lo que ocurrió esa noche y no dudó en cederle todo el mérito a Mercury, al que su médico había recomendado no cantar en ese show por una infección de garganta. "Eso se debió enteramente a Freddie. Los demás tocábamos bien, pero Freddie estaba ahí y lo llevó a otro nivel", aseguró.
El espectáculo de Queen llegó a la perfección y de ello se dieron cuenta los artistas que actuaron antes y después. A la banda le siguió David Bowie,The Who y Elton John que llegó a afirmar ‘envidioso’ que esos “bastardos, se robaron el espectáculo”.
Una afirmación compartida por Dave Grohl, batería de Nirvana y líder de Foo Fighters, que aseguró que todas las bandas deberían estudiar ese directo: "Queen los arrasó. Se llevaron a todos. Se fueron siendo la mejor banda que hayas visto en tu vida, y fue increíble".
Una banda icónica, un artista mítico
Para Bob Geldog, líder y vocalista de la banda de rock The Boomtown Rats, uno de los organizadores del gran concierto en Wimbledon "fue absolutamente la mejor banda del momento":"Tocaron lo mejor, tenían el mejor sonido, aprovecharon al máximo su tiempo. Entendieron perfectamente la idea de que era una máquina de discos global. Simplemente fueron y tocaron un éxito tras otro. Era el escenario perfecto para Freddie: el mundo entero".
"Es solo cuando miras atrás que te das cuenta de cuán grande, importante e icónico fue todo. En aquel momento estábamos muy compenetrados y listos para tocar. ¿Qué podemos hacer en 20 minutos? Pues bien, Queen éramos famosos por nuestros interludios, así que era obvio que haríamos uno grande. Dijimos: '¿Cuáles son nuestro grandes hits? ¿Qué es lo que le va a gustar a la gente? Les van a encantar Bohemian Rhapsody y Radio Gaga porque son las grandes canciones del tour'. Una vez nos sentamos ahí y decidimos cómo iba a ir todo, el resto de las cosas marcharon por sí mismas" explicó Spike Edney, el que fue teclista de Queen en ese concierto.
Justo un año después, la banda volvió al mismo estadio dentro de su gira Magic Tour con dos fechas y agotando todas las entradas. Esta sería la última gira de Mercury con Queen y comenzaría una nueva etapa de su carrera, ya en solitario. En 1987, el cantante fue diagnosticado con SIDA y el 24 de noviembre murió por una bronconeumonía, una complicación derivada de la enfermedad.