Eurovisión 2021: Por qué el público de Eurovision estaba sin mascarilla y sin distancia social
El público asistente en el Ahoy Arena de Róterdam, donde tuvo lugar la final de Eurovisión 2021, se situó en las gradas sin mascarilla y sin mantener ningún tipo de distancia social. ¿Por qué no hay (aparentemente) medidas contra el coronavirus?
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Nada más comenzar la gran final de Eurovisión 2021 hubo un detalle que llamó mucho la atención entre los espectadores: ¿por qué los asistentes al Ahoy Arena de Róterdam no llevaban mascarilla? ¿Y por qué no mantenían la distancia social, medida imprescindible para prevenir contagios por coronavirus?
La pregunta ha llenado Twitter durante toda la ceremonia, dejando comentarios como estos:
¿Por qué no hay mascarilla? La respuesta tienes que ver con el nivel de control que impuso el festival. En circunstancias habituales, el público asistente a la final de Eurovisión suele ser de más de 10.000 espectadores, pero este año con las restricciones por el coronavirus solo se permitió el acceso de 3.500 personas —el aforo del Ahoy Arena es de 16.400 personas—.
Para poder acceder al recinto, los asistentes tuvieron que presentar una prueba de COVID negativa realizada en las 24 horas previas a la final y portar la mascarilla. Sin embargo, la organización permitía que, una vez ubicados en su sitio, podían retirarse la mascarilla.
Ya localizados en el interior, se facilita la trazabilidad en caso de detectarse un positivo por Covid en las pruebas que, de forma gratuita, tendrán que realizarse todos los asistentes cinco días después de la final.
En Países Bajos la mascarilla no es obligatoria en exterior, aunque la organización ha determinado que debe mantenerse puesta en las zonas de tránsito del festival de Eurovisión 2021.
Controles estrictos para las delegaciones
Para aquellos que se desplazaron al recinto para trabajar los controles fueron más estrictos que para el público general. Las delegaciones participantes, así como la prensa que acudió a cubrir el evento, debieron realizarse una PCR cada 48 horas —a lo largo de toda la semana en la que ha tenido lugar el festival de la canción—. En esos casos en los que se detectó un positivo, la organización procedió a desactivar todas las tarjetas de acceso, evitando así su contacto con el resto de los trabajadores de Eurovisión.