Festival Cruïlla: así es el gran despliegue de profesionales para garantizar que la cultura es segura

Al igual que otros festivales y conciertos, Cruïlla Barcelona ha estado trabajando a contrarreloj los últimos meses para devolver la normalidad a los festivales musicales sin que ello suponga un riesgo para la salud de ninguno de los asistentes, artistas ni trabajadores.

Lo han hecho con un espectacular dispositivo de cribaje situado en el Centre de Convencions Internacional de Barcelona (CCIB), donde pretenden cribar a diario a unas 25.000 personas mediante test de antígenos realizados por profesionales sanitarios.

En su primera jornada, donde actuaban Kase.O con su proyecto Jazz Magnetism, Natos y Waor, Lágrimas de Sangre, Rayden y Senyor Oca —este último sustituido por Sr. Wilson & Giffi tras haber dado positivo en el test de antígenos— la organización detectó 123 positivos entre los primeros 13.000 asistentes.

Un dato que, Jordi Herreuela, director del festival, entiende como una ayuda en el rastreo, que que detectar el positivos de estas personas evita que propaguen el virus a muchas otras más. "El cribado masivo es una alternativa al confinamiento ante cualquier nueva crisis", ha explicado a Onda Cero.

500 profesionales trabajan a diario en el cribaje

Con un despliegue nunca visto hasta ahora en un festival en Europa, el CCIB se ha transformado en un gran centro de cribaje organizado en más de 80 carriles repletos de personal sanitario y otros profesionales que te indican rápidamente para dónde tienes que ir y los pasos a seguir una vez entras en el recinto.

[[H3:Proceso para acceder a Cruïlla Barcelona]]

• La web de Festival Cruïlla creó un espacio personal en su web para que poder pedir cita para los test de antígenos. De esta manera se evitan aglomeraciones de asistentes estando todos repartidos en franjas horarias de 15 minutos. Una vez seleccionada la hora (que no se puede volver a cambiar) te asignan una puerta para poder entrar al recinto y evitar un único acceso.
• Dentro, el personal te coloca la pulsera del festival y te proporciona un código QR igual con tus datos para que el personal sanitario pueda vincular el resultado a tu pulsera.
• A continuación, separados en 80 carriles, se disponen 200 boxes con dos profesionales sanitarios: uno que realiza el test de antígenos de covid-19 y otro que valida la muestra y la vincula en tu código QR correspondiente.
• Una vez sales del CCIB se te proporciona una mascarilla ffp2 que tienes que sustituir por la que traes de casa.
• De camino a la entrada principal del recinto donde se celebra el festival, en un plazo de 15-20 minutos, recibes en el correo asociado a tu cuenta personal el resultado del test, que su vez se vincula en tu pulsera. De esta manera, a la entrada del festival, el personal encargado de validar las pulseras sabe si esa persona ha dado positivo o negativo.
• Una vez dentro, hay varios stands en el que puedes cambiar tu mascarilla ffp2 por si se te ha roto, manchado o simplemente llevas muchas horas con ella puesta y necesitas cambiarla.
• Además, hay numerosos trabajadores —sobre todo en las primeras filas de los conciertos— que controlan las aglomeraciones de gente creando secciones e indicando constantemente a aquel que lleva la mascarilla bajada, que se la suba. No está permitido fumar en mitad de la aglomeración, y te invitan a hacerlo más apartado.

¿Qué pasa si doy positivo?

Tanto si das positivo en el momento de realizarte el test para acceder al festival, como ha sido diagnosticado días antes del evento o estás haciendo cuarentena porque has estado en contacto estrecho con un positivo, podrás recuperar el importe de tu entrada.

El festival ha activado un protocolo en el que, aportando la documentación que certifica el positivo por covid-19, no solo devuelve el dinero de ese usuario sino también el de las entradas de las personas convivientes que también la hayan comprado.

En el caso de dar positivo en el momento del cribaje a la entrada del festival, esa persona será atendida por personal sanitario allí mismo.

Conclusiones: un gran despliegue que necesita la colaboración del público

Tras la experiencia de la celebración de la primera jornada de Festival Cruïlla en un momento en el que están sucediéndose numerosos rebrotes, hay que reconocer la eficacia y la efectividad de la organización al saber manejar un nuevo protocolo de estas dimensiones sin a penas ninguna incidencia.

El tiempo que lleva entrar en el CCIB, realizar el test de antígenos y salir de allí con una nueva mascarilla ffp2 no supera los cinco minutos. Incluso hay varios stand de incidencias por si alguien no recibe el resultado en el tiempo esperado o cualquier otra consulta.

Una vez dentro, hay que entender que en un festival tan multitudinario como es Cruïlla y pese al trabajo incesante del personal que está controlando que todo el mundo esté cumpliendo con las normas establecidas para garantizar la seguridad de todos, el público también tiene que poner de su parte y comprender la situación que nos encontramos.

Aunque la gran mayoría de los asistentes colaboró respetando todas las medidas de seguridad, haciendo de esta primera jornada algo histórico, también hubieron los que parecían que no entendían que los test de antígenos permiten poder disfrutar de la música sin distancia social, pero que la mascarilla es un indispensable si queremos que se siga activando el sector de la música en directo y la cultura en general.