La hora cachonda del glam rock de Måneskin cautiva la tercera jornada del Mad Cool
Damiano David, Victoria De Angelis, Ethan Torchio y Thomas Raggi han protagonizado un tremendo despliegue de rock y sensualidad ante los 47.000 asistentes al tercer día del Mad Cool, la jornada más caliente pero con menos afluencia de público.
Dua Lipa arranca el Mad Cool en un gran espectáculo pop con guiños a la cultura underground
Cantaba Isabel Pantoja en su mítica 'Hoy quiero confesarme' que ella se cansaba de llevar "esta estrella que pesa tanto", y no le faltaba razón. La fama se disfruta, pero también se sufre, y aunque son muchos los que rumorean que Måneskin se va a separar en el momento más álgido de su carrera, su directo no tiene fisuras. Si lo hacen, será por emprender caminos en solitario, pero no por falta de fieles.
Así se demostró este viernes en el Mad Cool, donde la banda italiana se alzaba como gran cabeza de cartel, programados en el escenario principal cuando pasaba media hora de las 12 de la noche. Después de una tarde floja en el recinto de Villaverde con Sum41 y Tom Morello como reclamos, la masa se desplaza rápidamente para comprobar si era real el eco del boca a boca, que apuntaba a las bondades físicas y el tremendo atractivo del vocalista italiano.
Era real. Damiano David saltó al escenario como solo lo hacen las grandes estrellas. Si le pesa, no se nota, porque goza en el escenario como un niño juguetón y algo macarra. Hace viguerías con el micro, lo lanza al aire, lo lame y apunta con él al público para que canten los bises de temas como Zitti e Buoni, Beggin' o la coreadísima I Wanna Be Your Slave, incluida en noveno lugar y repetida como traca final.
Venidos desde Italia y aupados por su victoria en el festival de Eurovision en 2021, tiene mérito lo que Måneskin ha conseguido en tan pocos años. En una época en la que las nuevas bandas de rock están casi en peligro de extinción, ellos deslumbran y conquistan casi sin esfuerzo. De verdad parece que no les cuesta derrochar esa elegancia gamberra, un atractivo rockero que les alza como máximos exponentes del glam rock.
La guitarra de Thomas Raggi suena impecable, la batería de Ethan Torchio sujeta sin esfuerzo el ritmo y el bajo de Victoria de Angelis aguanta cada embiste. Mención especial a la deliciosa balada The Loneliest, que Damiano arrancó pitillo en mano y sin camiseta. "Tocar en España siempre es muy guay, pero esta noche es especial porque es la primera vez como cabeza de cartel", dijo el romano en un pulido español.
Sabedor del erotismo que desprende, qué mejor manera de lucirse que dándose un baño de masas. Como ya ha hecho en otras ocasiones, Damiano David subía al escenario a una veintena de fans que disfrutaron cada minuto que estuvieron allí subidas, tocando y viendo de cerca al protagonista de sus sueños. Una devoción groupie que contagió al resto del público, que abandonó el recinto sacudido por el frenesí y tremendamente satisfecho. Lo más parecido a un orgasmo musical.