ANÁLISIS DEL FENÓMENO DEL POP COREANO

K-Pop: La clave del éxito o cómo occidente le abrió las puertas a la música oriental

Si te paseabas por la última edición del Manga Barcelona, no podías obviar el fenómeno fan que generan las boy bands de K-pop. Pero, ¿dónde reside la clave del éxito del pop coreano en occidente?

BTS, el grupo de K-pop más popular | Getty

Ramón Soler-Padró

Barcelona 26/11/2019 14:47

Está claro que la música pop oriental, y en especial la japonesa, gozaba de un éxito enorme entre los amantes de la cultura otaku (mange y anime). Los opening de series de animación como Neon Génesis Evangelion, Naruto Shippuden o incluso el súper fenómeno Hatsune Miku, parecían copar el espacio musical, usando el soporte visual como modo de entrada en occidente. Sin embargo el fenómeno pop japonés o J-pop, jamás llegó de forma masiva a nuestras listas de reproducción, a duras penas por ejemplo la súper girl band AKB48 tuvo alguna relevancia en Europa.

Mientras tanto, en Corea se cocinó una receta mucho más efectiva, fusionando la estética y conceptos del pop japonés con la actitud y la sonoridad occidental. BTSy BLACKPINK abanderan hoy un movimiento joven, que tuvo su primer contacto fulminante con el Gangnam Style de PSY en 2012, y que ahora ofrece la posibilidad a los fans de todo el mundo de este género el poder indagar, descubrir nuevos artistas, y nuevos horizontes musicales.

La razón por la que hoy se desata un fenómeno fan sin precedentes hacia la música coreana, y por el contrario el pop japonés pasa mucho más desapercibido, podría tener una explicación bastante sencilla.

Cuando en España veías anime (hoy en día esto sucede mucho menos), los opening y outros de dichas series se traducían. El japonés cantado solo lo escuchabas si tenías un televisor que pudiese cambiar el canal de audio y, por ello, escuchar la versión original.

Japón creyó mucho en la capacidad de expansión de su cultura a través del dibujo y la narrativa de estas series, pero no apostó del mismo modo por sus artistas musicales, creyendo que la barrera del idioma sería demasiado fuerte.

Quizás los coreanos hayan confiado mucho más en el poder que tiene un buen producto musical más allá de las fronteras culturales que separan Asia oriental del mundo occidental, pero K-pop no es solo música. K-pop es estética y es fenómeno Idol, un concepto muy “japo” que ahora los coreanos son quienes explotan por todo el mundo.

¿Qué me dices de la estética de BTS? Lo andrógino mola, si no que se lo digan a las legiones de fans que en el Manga Barcelona se quedaban en bobadas con los póster de estos chicos coreanos. Estoy seguro que ningún estudio de mercado hubiese vaticinado algo así. Por el contrario, las BLACKPINK son pura actitud guerrera, mujeres empoderadas y seguras de sí mismas; todo un alegato social.

También sabemos que el K-pop ha sabido volver al espíritu noventero de las coreografías ¿Quién no se acuerda de cómo triunfaban los pasos de baile de Backstreet Boys o Take That? Desde luego los productores de estas bandas han sabido actualizarlo, del mismo modo que han sido muy listos en no dejar pasar la ocasión para introducir secciones de rap o hip hop en todos sus temas y así de paso aglutinar un espectro mucho más amplio de seguidores.

En definitiva el K-pop ha abierto las puertas de occidente a la música oriental, sin necesidad de venir acompañada de un soporte visual más allá de la propia imagen de los artistas, y sin traducir absolutamente nada: coreano a pelo. Seguro que aún nos queda mucho por descubrir pero de lo que sí podemos estar seguros es que va haber muchísima más música coreana, japonesa y china en las listas de reproducción de los móviles de cientos de miles de jóvenes en España.