Manu Chao vuelve a la música después de 17 años: por qué se retiró y renegó de su fama
Abanderado del compromiso social, Manu Chao fue, primero con Mano Negra y después en solitario, un referente musical en la década de los 90 y en los primeros 2000. Ahora, tras más de 15 años de silencio, vuelve con un nuevo disco, pero a su manera: sin una gran discográfica detrás, sin conceder entrevistas y huyendo de los grandes circuitos musicales.
El 20 de julio de 2008, en la plaza de toros de Bayona, Manu Chao, uno de los referentes de la música urbana —su estilo mezcla ska, reggae y rumba— y denuncia social, ofreció el que sería el último de sus grandes conciertos.
Este espectáculo dio lugar a su último disco Baionarena —lanzado en 2009— e, inesperadamente, el músico francés se sumió en el silencio. Un silencio que no fue del todo porque nunca dejó de componer y nunca dejó de tocar, pero fuera del circuito convencional, alejado de la industria.
Ahora, más de 15 años después —17 después de su último álbum de estudio, La Radiolina—, el cantante, productor y compositor de 61 años ha anunciado que vuelve a escena con un nuevo disco, Viva tú, que sale a la venta este 20 de septiembre.
“Alegría compartir con tod@s VIVA TU, una celebración del otro! dedicada a l@s vecin@s de mi barrio y de todos los barrios del mundo! a los #anonimosunidos !!! NO ESTAMOS SOLOS!!!”, anunciaba Manu Chao en su web.
Su nuevo trabajo incluye 13 canciones en español, francés, portugués e inglés de las que ya ha adelantado dos sencillos: Tú te vas, en colaboración con la cantautora francesa Laeti, y São Paulo Motoboy, que lanzó el 24 de junio y que compuso en homenaje a los repartidores de la ciudad brasileña de Sao Paulo, país al que viaja con frecuencia pues allí vive su hijo Kira, también músico.
Un músico en los márgenes
Con este nuevo disco y estas nuevas canciones, inspiradas en sus viajes y el día a día de las personas, el músico franco-español no pretende volver a revivir el éxito de Clandestino o Me gustas tú, dos de las canciones con las que arrasó en el mundo.
Su carácter indómito y su talante rebelde e insurrecto le llevó precisamente a huir de todo aquello. "Durante mucho tiempo a Manu Chao le pesó mucho ser Manu Chao. Después del éxito de Clandestino, todo el mundo le pedía opinión sobre todo y eso creo que le generó mucha frustración", contaba Sagrario Luna, que empezó a trabajar con él en los 80, en un reportaje para El País. Fue entonces cuando decidió colocarse en el margen: no tiene discográfica, no le interesan los festivales más famosos, no concede entrevistas, no recoge premios y no utiliza el teléfono móvil.
Con su música ganó mucho dinero, tanto que aún puede vivir holgadamente. "Ha donado muchísimo dinero y de una manera muy privada, porque no quería ser visto como un Bono o Sting molando por hacerlo. Tiene una fundación y lo hace en privado. Y nunca jamás ha aleccionado a nadie sobre lo bueno que es con gente desfavorecida", cuenta Peter Culshaw en su biografía Clandestino. En busca de Manu Chao.
Ahora él decide cómo, dónde y cuándo tocar. Promociona su música a través de su web y de sus redes sociales. En estos últimos años ha tocado en pequeños escenarios, bares y teatros, aunque en los últimos meses ha ‘girado’ por América y Europa, y en el mes de julio participó en el Festival Contrasta en Valença do Minho, uno de los más famosos de Portugal. Abanderado del compromiso social, ha apoyado algunas de las causas que le importan poniendo su voz, por ejemplo, a las recientes protestas contra la fábrica de celulosa que se prevé instalar en Palais de Rei (Lugo).
Antes de Manu Chao fue Mano Negra
Aunque el artista —su verdadero nombre es José Manuel Tomás Arturo Chao Ortega— se convirtió en uno de los referentes de la música de los 90 cantando en solitario, antes con el grupo Mano Negra, formado en París y compuesto por él, su hermano Antoine y su primo Santiago Casariego, logró hacer de varias de sus canciones auténticos himnos contra el neoliberalismo, la violencia y los abusos sociales. Es el caso de Señor Matanza, Mala Vida o Casa Babylon.
En 1995 la banda se disolvió dejando una profunda huella en sus miembros, pero especialmente en su cantante, que atravesó una profunda depresión. Todo ocurrió durante una de esas singulares giras que el grupo realizó: a bordo de un tren atravesando Colombia. Las pésimas condiciones del viaje y la tensión que provocaron las decisiones de Manu Chao, que se había erigido como líder, colmaron la paciencia de los componentes.
"Después de la ruptura de Mano Negra a menudo estaba muy deprimido y pensaba mucho en el suicidio, aunque no creo que alguna vez haya intentado suicidarse", cuenta Culshaw en su libro. Además, desvela el periodista que siguió al artista durante varios años, lo que más le dolió fue no poder hacer uso del nombre de la banda que él inventó. Decisión que fue impuesta desde los tribunales.
"Cada cosa tiene un tiempo. Tenía un éxito merecido. Pero Manu ya era líder y era hora de que una banda lo acompañase. Mano Negra nació como un colectivo de músicos, que se autogestionaba y evolucionó de esa forma, como tenía que ser”, contó su hermano Antoine. Él decidió entonces seguir los pasos de su padre, el periodista Ramón Chao, y desde entonces trabaja en la radio.
El 6 de octubre de 1998, Manu Chao publicó su primer disco en solitario, Clandestino, "canciones cortas, directas y pegadizas (tres ingredientes necesarios para la viabilidad comercial) que supieron conectar con toda una generación", describen en Mondo Sonoro. Vendió más de tres millones de copias en todo el mundo. Éxito que se repitió con el segundo: Próxima estación… Esperanza.
De Manu Chao dijo el escritor colombiano Gabriel García Márquez, buen amigo de sus padres, que 'Era un grano en el culo a los cuatro años, y todavía lo es'. Y aunque la madurez le haya calmado parece que esa sigue siendo su intención: hacer música con la que reivindicar a los más desfavorecidos y molestar a los poderosos.