Las referencias de 'Ay, Mamá': las madres durante la historia y el hijo de Rigoberta Bandini
Rigoberta Bandini ha revolucionado las redes con el estreno de 'Ay, Mamá'. En el vídeo, ha incluido muchas referencias artísticas e incluso de su propia familia.
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Ya ha llegado el tan esperado día. Después de mucha espera, Rigoberta Bandini ha publicado el videoclip del tema que llevó para el Benidorm Fest, 'Ay, Mamá'. En pocos minutos, las redes sociales se han llenado de seguidores de la cantante catalana destacando la obra de arte que ha conseguido hacer.
El vídeo, además, ha coincidido con la celebración del Día de la Madre, por lo que antes incluso de hacerse público, muchos ya se podían imaginar cuál iba a ser el tema. No solo esto, sino que la propia letra de la canción y la actuación que llevó a cabo durante la fase de preselección para Eurovisión también daban todas las pistas.
Se trata de un homenaje a las madres, pero sobre todo a los pechos femeninos. Repasamos aquí algunas de las referencias culturales, artísticas y personales que ha utilizado Rigoberta Bandini.
Una historia circular basada en su familia
La cantante ha incorporado en el vídeo a varias personas de su familia, pero la gran importancia se la llevan su madre y su hijo, Nico.
Comienza mientras ella está inspirándose para componer una canción mientras se fuma un cigarro y empieza a ver fotos familiares, en las que se la puede ver a ella junto a su familia. De repente, aparece una de su madre en la que, también con un cigarro en la mano, tiene exactamente la misma pose que Rigoberta.
En el momento en el que termina la canción, se despierta su hijo, Nico, y ella acude a darle de mamar.
La maternidad a lo largo de la historia
Rigoberta Bandini muestra durante el vídeo a tres grupos distintos de mujeres, aunque todas ellas tienen algo en común: son madres.
Primero, se transporta a su sociedad primitiva y cavernícola, en la que aparecen desnudas en una cueva llenas de tierra bailando entre ellas. A continuación, habla de una época grecorromana o barroca, donde las madres se encuentran junto a sus hijos en templos vestidas con túnicas blancas muy largas.
Finalmente, viaja al futuro y, llevando trajes de metal con rayos láser en los pechos, celebran su maternidad y feminidad.
Los pechos en el arte y la censura
Todo el vídeo, de principio a final, es una reivindicación de los pechos femeninos y tiene una voluntad de visibilizarlos. A lo largo del corto, hay obras de arte en las que se muestra a mujeres con los pechos fuera e incluso utiliza la cúpula de una catedral para crear la ilusión de estar mostrando también un pecho.
Finaliza con una nave espacial que representa la censura en las redes sociales aproximándose en tono agresivo hacia el planeta en forma de teta, sin embargo, este último le dispara. Un alegato hacia la necesidad de muchas mujeres de que los pechos femeninos dejen de ser tabú en internet.