Sam Smith nos muestra cómo de bueno es en las despedidas en el vídeo de Too Good At Goodbyes
Hace unos días escuchábamos el esperado regreso de Sam Smith, una balada romántica que lleva por título Too Good At Goodbyes y que esta semana es número uno en Reino Unido como era de esperar. Ahora podemos ver el emotivo vídeo del primer single de su nuevo trabajo.
Aún falta para que podamos disfrutar del último disco del cantante, ganador de un Oscar y autor de uno de los discos más vendidos de los últimos años. Pero lo que podemos escuchar nos gusta y mucho. Sam Smith nos habla en su single del final de las relaciones, de cómo cada vez se rompe una relación resurge con más fuerza, siendo cada vez mejor en las despedidas, con versos como: “Cada vez que me haces daño, menos lloro / Y cada vez que me dejas, más rápido se secan esas las lágrimas / Y cada vez que te marchas, menos te amo”.
But every time you hurt me, the less that I cry
And every time you leave me, the quicker these tears dry
And every time you walk out, the less I love you
Baby we don’t stand a chance, it’s sad but it’s true
I’m way too good at goodbyes (I’m way too good at goodbyes)
I’m way too good at goodbyes (I’m way too good at goodbyes)
No way that you’ll see me cry (No way that you’ll see me cry)
I’m way too good at goodbyes (I’m way too good at goodbyes)
“Soy demasiado bueno en las despedidas” nos recalca en un vídeo lleno de amor y dolor, lágrimas y fortaleza, donde varias parejas afrontan sus propias despedidas y reencuentros.
Con el sello de Luke Monaghan, del que ya vimos su forma de trabajar en otro tema de Smith, I’m Not the Only One, el vídeo de Too Good At Goodbyes es de corte sencillo e intimista, cálido y a la vez tremendamente frío, como un adiós a quien has querido mucho.
Rodeado de un coro góspel, Smith da rienda suelta a su potente voz quedando patente que por suerte ha superado ya la lesión que padecía en las cuerdas vocales.
Recordamos que Sam Smith se dio a conocer hace tres años con The Lonely Hour, con el que ganó cuatro Grammys gracias a Stay With Me, y desde entonces no ha dejado de cosechar éxitos, hasta que levantó un Oscar (para algunos salpicado por la polémica) por el tema central de la Spectre, la última entrega de la saga de James Bond, y que lleva por título Writing 's In The Wall.