Samantha Hudson y Zahara se unen en 'Liturgia': "Hay una cultura católica muy latente"
Samantha Hudson y Zahara lanzan su colaboración Liturgia, donde utilizan la iconografía religiosa como respuesta a quienes critican su uso con intención de denuncia y crítica social. "No hay escándalo sin una sociedad que se escandalice", dice Hudson.
Los iconos LGTBIQ+ en la música española para la generación Z
Samantha Hudson y Zahara son dos artistas que han generado controversia con la religión por utilizar referencias católicas en sus canciones en forma de crítica.
Por un lado, Hudson fue excomulgada por el obispo de Mallorca cuando lanzó su primera canción titulada Maricón a los quince años. Zahara, por su parte, utilizó iconografía de la virgen para la portada de su último álbum de estudio, Puta (2021), algo que criticó fuertemente el partido político Vox.
Ahora, ambas colaboran en Liturgia y se transforman en monjas a modo de respuesta a todas las críticas que han recibido por su vinculación con la religión. "¿A qué santo le rezas rogando perdón? / Cuando eres tú misma prisionera y prisión", canta Hudson al principio de la canción.
"Si la virgen María bajase a la tierra, estoy segura de que sería nuestra fan"
La artista, uno de los mayores iconos LGTBIQ+ para la generación Z, ha explicado a EFE la vinculación de Liturgia con la crítica social. "Tiene una parte de crítica a las detractoras de pasárselo bien y a que tener una opinión personal que se salga de la norma sea visto como una provocación. Es un cambio de posición en cuanto a que no hay escándalo sin una sociedad que se escandalice", asegura Samantha Hudson.
Y añade: "No somos las primeras ni seremos las últimas en hacerlo, pero es que es la iconografía con la que nos hemos criado porque hay una cultura católica muy latente. Yo misma fui muy religiosa en mi infancia; si alguien quiere verlo como blasfemia, bienvenido sea, pero es parte de nuestro derecho a expresarnos libremente".
Letra completa de 'Liturgia', de Samantha Hudson y Zahara
Sabes que el fuego quema
Las ascuas brotan de tu piel
Si quieres que arda el templo
Solo tienes que ser fiel
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¿De qué sirve la sangre si no tienes pasión?
¿De qué sirve el veneno si no hay aguijón?
¿A qué santo le rezas rogando perdón?
Cuando eres tú misma prisionera y prisión
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Una cárcel de huesos
Un altar de dolor
Custodiando el vacío de tu corazón
¿De qué sirve el abismo si no vas a vivir?
¿De qué sirve el sonido si el silencio es así?
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Es fuego, una llama intermitente
El alma, escapando de tu mente
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La paz sea contigo
Tu paz lleves lejos
Quédate en tu púlpito
Con los ángeles del miedo
A mí no te acerques
Y por mí no reces
No soy un alma en pena
Atrapada en tus redes
Eres la costra que arranco con gusto
El dolor que sufro
El temor del que huyo
La flor del narciso arrancada
Que agoniza ante las miradas
Pétalo de ceniza
La vergüenza y la nada
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Escucha
La liturgia empieza, la liturgia empieza
¿Lo sientes?
Lo oyes en tu cabeza
Escucha, la liturgia empieza
Lo hueles, es pólvora y esperma
¿Lo sientes?
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Un ángel me hizo una visita ayer montado en un alud
Clamando al cielo los secretos de la gracia y la virtud
Tenía siete anillos, ocho alas y cien ojos
Rojos de llorar por mis pecados
Un ángel me hizo una visita ayer montado en un alud
Clamando al cielo los secretos de la gracia y la virtud
Tenía siete anillos, ocho alas y cien ojos
Rojos de llorar por mis pecados
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Sabes que el fuego quema
Las ascuas brotan de tu piel
Si quieres que arda el templo
Solo tienes que ser fiel