EL FIN ES EL MISMO, EL MODO CAMBIA

Las cinco grandes diferencias entre tener sexo o hacer el amor

Técnicamente puede parecer lo mismo, pero tener sexo y hacer el amor son cosas distintas. Hay cinco diferencias evidentes. Te contamos cuáles son.

Una pareja teniendo sexo en la cama | Gtres

Europa FM

Madrid20/05/2021 08:09

Nada que ver. Una cosa es el sexo y otra cosa es el amor. Puede ir de la mano, y eso sin duda amplifica el placer, pero no necesariamente tiene que ser así. De ahí la siguiente diferencia: tener sexo y hacer el amor no son lo mismo, ni mucho menos.

¿En qué se basa esa diferencia? Son muchos aspectos, en concreto hay cinco claves que ponen distancia entre una cosa y otra. Te contamos cuáles son.

1. La motivación

El sexo es puro placer. Cuando tenemos un encuentro exclusivamente sexual, el principal objetivo (por no decir el único) es llegar al orgasmo. Sin embargo, al hacer el amor hay sentimientos y no hay prisas. Te tomas todo el tiempo del mundo en explorar en explorar el cuerpo de tu pareja, en acariciarlo y en besarlo. Se busca el placer, pero también una conexión íntima.

2. La comunicación

Esa conexión no significa que al hacer el amor estén prohibidas los comentarios subidas de tono. El juego verbal es el mismo pero la forma de dirigirse al otro es diferencie.

Al hacer el amor es fácil expresar nuestros sentimientos, mientras en el sexo puro y duro puede que falte la confianza, y falten también esas frases.

3. La entrega

El sexo es más egoísta. Al hacer el amor uno se vuelve más vulnerable y se entrega plenamente a la otra persona. Más que tu placer, buscas en el otro. ¿Pasa en el sexo? Rara vez.

4. Nuestro papel en la cama

Los juegos de rol en el sexo están a la orden del día. Cuando tienes sexo es más fácil que "te conviertas en otra persona", es decir, que cambies tus hábitos o tu forma de expresarte para conseguir llegar al orgasmo. Sin embargo, cuando haces el amor, buscas seguir siendo tú para mantener esa conexión especial y mostrar sin pudor tu personalidad real, sin teatros ni artificios. Eres natural.

5. El grado de implicación y de atención

Puede que cuando tienes sexo, es decir, cuando lo único que buscas es llegar al orgasmo, tu mente se deje llevar y piense en cosas que no tienen relevancia en ese momento, como la compra en el súper o la película que viste anoche. Sin embargo, cuando haces el amor, prestas total atención a cada caricia, cada susurro... Y claro, tu atención plena no se la das a cualquiera.