Descubren un agujero negro binario 'imposible' que abre más preguntas que respuestas
Un grupo de científicos de la Universidad de las Islas Baleares ha descubierto dos agujeros negros fusionados desde hace 7.000 millones de años que puede ayudar a explicar cómo se forman esos cuerpos tan masivos.
"Estamos abriendo nuevos interrogantes", ha asegurado este miércoles a EFE Alicia Sintes, doctora en física teórica y miembro del equipo que ha participado en el descubrimiento de la fuente de ondas gravitacionales más grande conocida hasta la fecha.
"Estamos haciendo observaciones en el campo de la astrofísica que hasta ahora no creíamos que podían existir", afirma Sintes, que ha explicado que la fusión de dos agujeros negros detectada a partir de la alteración del espacio-tiempo en forma de ondas gravitacionales ayudará a explicar cómo se forman cuerpos tan masivos.
"Se abren así nuevas ventanas de conocimiento del universo", ha incidido la científica menorquina, profesora en la Universidad de las Islas Baleares (UIB).
En el descubrimiento que se ha dado a conocer este miércoles, y en el que han tomado parte científicos europeos y americanos, ha colaborado un equipo de la UIB que se ha encargado de generar los modelos numéricos en forma de onda que sirven para analizar los datos obtenidos por los detectores de ondas gravitacionales.
Del equipo español forman parte un doctorando de la universidad que ha participado en la redacción del artículo con el que se ha difundido el hallazgo y dos investigadores vinculados a la UIB, encargados de revisar la publicación.
La doctora Alicia Sintes ha destacado que la fusión de los dos agujeros negros se produjo hace 7.000 millones de años, cuando el universo tenía la mitad de edad que tiene ahora, 14.000 millones.
Los científicos que operan los detectores LIGO y Virgo han detectado la mayor fuente de ondas gravitacionales registrada hasta ahora, un hallazgo que, como ha resaltado Sintes, genera en realidad más preguntas que respuestas.
Una onda gravitacional es una onda invisible que se desplaza a la velocidad de la luz. Albert Einstein postuló su existencia ya en 1915, como parte de la teoría de la relatividad general, pero el fenómeno solo se detectó experimentalmente en 2015, precisamente a través de LIGO.
Son difíciles de detectar y tanto LIGO como Virgo (observatorio localizado cerca de Pisa, en Italia, en el que participan el país anfitrión más Francia, España, Holanda, Polonia y Hungría) fueron creados especialmente para ello; el hallazgo comunicado este miércoles puede haber sido el más importante hasta la fecha.
La fusión de dos agujeros negros es un fenómeno que no genera luz, por lo que solo puede apreciarse mediante estas olas cósmicas que sirven para avanzar en el conocimiento del universo.