LA IMPORTANCIA DEL DIAGNÓSTICO PRECOZ

Protege a tu mascota del sol, también puede padecer un cáncer de piel

Razas como Boxer o Bulldog en perros, o Siamés, en gatos, tienen una predisposición genética a desarrollar cáncer de piel y otro tipo de tumores. Te explicamos cómo proteger a tu mascota de la radiación solar y detectar los primeros síntomas de cáncer.

Un perro bulldog | Pexels

Marta Villena

Madrid28/07/2021 11:08

Del mismo modo que los humanos nos protegemos del sol para evitar problemas en la piel, deberíamos hacer lo mismo con nuestras mascotas porque la suya también es sensible a la radiación solar; de hecho, la sobreexposición al sol es la causa principal de algunos tipos de cáncer en animales.

Como explica a Europa FM Elena Diéguez, veterinaria especializada en dermatología del hospital veterinario AniCura, “la piel es la principal barrera del organismo y está expuesta a numerosos agentes externos, entre ellos los productos químicos o la radiación solar, que pueden influir directamente en el desarrollo de algunos tipos de tumores cutáneos”.

Se estima que 450 de cada 100.000 perros tienen algún tipo de cáncer de piel, 120 de cada 100.000 en el caso de los gatos. Algunas razas tienen cierta predisposición genética a desarrollar todo tipo de tumores –también de piel– como el Bóxer y el Bulldog –en todas sus subrazas– en perros, o el Siamés, en gatos. “En estas razas hay que tener más cuidado con la sobreexposición al sol”, apunta la veterinaria.

También son propensos a padecer un cáncer en la piel aquellos perros y gatos de capa blanca, es decir, que tienen la piel muy clara o sin pigmentación en zonas como la tripa, la punta de las orejas o la nariz. “Incluso hay variantes del gato común europeo que pueden tener estas características”, aclara Diéguez.

Unos gatos durmiendo al sol | Pexels

¿Qué debemos hacer para evitarlo?

Las mascotas suelen estar mejor adaptadas que los seres humanos a las radiaciones solares debido a la protección natural que les brinda su manto de pelo. Sin embargo, es muy habitual cortar o rapar a nuestra mascota (especialmente perros) cuando llega el calor, eliminando parte de esta barrera natural.

“Creemos que así van a estar más fresquitos y a lo mejor estamos produciendo el efecto contrario porque su manto natural, siempre bien cuidado, les va a proteger de la radiación y del calor”, apunta la veterinaria que recomienda tratar de mantener el manto de nuestras mascotas en buen estado a través de una buena alimentación y una higiene periódica.

Zonas como la nariz, los labios o las ingles que no están cubiertas con este manto son más susceptibles a los rayos solares. Sobre ellas se puede aplicar una crema de protección solar específica para animales. “Especialmente en perros o gatos de capa blanca que les encanta tirarse horas al sol y panza arriba”, añade Diéguez. Otro consejo es evitar la exposición directa a los rayos de sol en las horas de máxima incidencia, como hacemos las personas.

Un perro durmiendo en la playa | Pexels

¿Cómo puedo saber si mi mascota tiene un tumor en la piel?

La medicina preventiva tiene una gran importancia porque el diagnóstico precoz es el principal factor que influye en la progresión de la enfermedad. Por eso Diéguez recomienda hacer revisiones dermatológicas periódicas. “En perros adultos, una vez al año, aprovechando la vacunación”, dice. “Como en los humanos, a medida que el animal envejece hay que aumentar el número de revisiones anuales”, añade.

También es importante acudir a un especialista ante el primer signo. Sabremos que nuestra mascota tiene un tumor cutáneo porque estos se manifiestan como pequeños bultos o nódulos que se palpan al acariciar o manipular al animal. Normalmente no son dolorosos aunque en ocasiones sí pueden producir irritación y cierta molestia.

Una vez detectado el tumor, lo más recomendable será contar con la valoración de un oncólogo para buscar las opciones de tratamiento más adecuadas. La gran mayoría de los tumores cutáneos se solucionan extirpando el tumor a través de una intervención quirúrgica.

Diéguez recuerda que el diagnóstico temprano y la rapidez en la actuación incrementan las posibilidades de éxito en estas intervenciones.