MICRO-ROBOTS VIVOS

Diseñan por primera vez “robots vivos” a partir de células de rana

Un equipo de científicos ha conseguido crear unos robots vivos milimétricos a partir de células de ranas. Estas nuevas "criaturas" podrían tener multitud de usos, como limpiar los océanos de microplásticos, viajar por las arterias humanas para suministrar medicamentos o buscar compuestos contaminantes.

Construyen los primeros robots vivientes | Sinc

Europa FM

Barcelona 14/01/2020 14:41

Un equipo de científicos de las universidades de Vermont y de Tufts han logrado crear unos "robots vivos" milimétricos ensamblados a partir de células de ranas llamados xenobots, (por utilizar células de ranas africanas de la especie 'Xenopus laevis'); tal como se ha anunciado en un artículo en la revista científica PNAS.

Primero los científicos de Vermont diseñaron estas "criaturas" en un superordenador y los de Tufts fueron los encargados de ensamblarlas y probarlas, siendo las primeras máquinas biológicas creadas desde cero.

Joshua Bongard, responsable del equipo de científicos de Vermont, lo describe estas "máquinas vivas novedosas": "No son ni robots tradicionales ni una especie animal ya conocida, sino una nueva clase de artefacto, un organismo vivo y programable".

Entre sus múltiples funciones, estas criaturas podrían "buscar compuestos contaminantes, recoger microplásticos en los océanos o viajar en las arterias humanas", explica Michael Levin, del equipo de científicos de Tufts.

Además, estos robots son totalmente biodegradables. Levin explica que después de hacer su trabajo en una semana son tan sólo células de piel muerta: "Miras las células con las que hemos estado construyendo nuestros xenobots y, genómicamente, son ranas. El ADN es de rana 100% ...pero no son ranas".

Para hacer estos robots, primero se usó un algoritmo evolutivo con el fin de crear miles de posibles diseños para estas nuevas formas de vida. Después se aplicaron reglas básicas de biofísica con el objetivo de establecer los límites de las células de la piel o cardíacas y escogieron aquellos organismos más exitosos.

El siguiente paso fue darle vida a estos diseños, recogiendo células madres de embriones de ranas africanas y luego las separaron en células individuales y las dejaron incubar.

Finalmente se cortaron las células y se unieron de nuevo siguiendo los modelos simulador por un superordenador logrando así "formas corporales nunca antes vistas" en la naturaleza. De este modo, las células comenzaron a trabajar juntas. Las células de la piel formaron una arquitectura más pasiva mientras que las del músculo cardíaco crearon un movimiento hacia adelante más ordenado como ya habían predicho los algoritmos.