Trucos básicos para evitar que los alimentos produzcan acrilamida, la sustancia potencialmente cancerígena
El nuevo Reglamento 2017/2158 de la Comisión Europea que acaba de entrar en vigor pretende reducir la acrilamida presente en los alimentos estableciendo medidas de mitigación y niveles de referencia. Pero, ¿cómo podemos evitar que los alimentos produzcan acrilamida al cocinarlos? ¡Toma nota de estos trucos básicos!.
La acrilamida es un compuesto orgánico que se produce cuando se cocinan alimentos con almidón a altas temperaturas. Es decir, patatas fritas, pan tostado, rebozados, cereales o galletas.
Desde el año 1991, la acrilamida está declarada como carcinógeno genotóxico y la propia Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer la ha calificado como “probable carcinógeno para los humanos”. Por eso, os revelamos varios trucos caseros que nuestros compañeros de La Sexta han reunido para declararle la guerra a la acrilamida:
1. Patatas fritas
- Evita guardarlas en la nevera, ya que las bajas temperaturas estimulan la acrilamida
- Lava las patatas antes de freírlas
- Fríe las patatas a una temperatura inferior a 175 grados
- Evita dorarlas demasiado, ya que cuanto más doradas estén, más acrilamida tienen
2. Pan tostado
- No tuestes el pan durante más de dos minutos
- Al igual que ocurría con las patatas, cuanto menos dorado esté, mejor
3. Rebozados
- Evita freír los rebozados a altas temperaturas
- Cuanto menos dorados, mejor.
- Limpia siempre el aceite antes de reutilizarlo, ya que las migas sueltas requemadas que quedan en el aceite son son acrilamida elevada a la máxima potencia.