La historia de cómo un metrónomo se convirtió en la canción del baile final de 'Dirty dancing'
Dirty dancing vuelve a los cines este jueves 26 de agosto. 33 años después de su estreno los espectadores podrán ver en pantalla grande el baile final que se marcaron Patrick Swayze y Jennifer Grey a ritmo de The time of my life, una canción a la que casi sustituye un metrónomo.
Si hay una escena que se recuerda de Dirty dancing es la del baile final de Baby y Johnny. Es parte de la historia del cine de los 80, y la canciónThe time of my lifees algo así como un himno generacional.
La letra le viene como anillo al dedo a la historia de amor que viven Patrick Swayze y Jennifer Grey en la película de 1987 que vuelve a los cines este jueves 26 de agosto.
Ahora que he tenido el mejor momento de mi vida,
no, nunca me había sentido así antes.
Si, juro que es la verdad,
y te lo debo todo a ti.
Porque he tenido el mejor momento de mi vida,
y te lo debo todo a ti.
No fue fácil llegar a ella. Casi la sustituye un metrónomo y , de hecho, la sustituyó durante una buena temporada. Sí, sí, lo has leído bien. Un metrónomo.
Todo esto tiene que ver con el bajo presupuesto de la película —menos de 4,5 millones de dólares—, que estuvo a punto de cargarse la banda sonora. Menos mal que no lo logró porque en 1987 vendió 270.000 copias.
El caso es que había que pagar los derechos musicales, que suelen ser muy caros, por poder incluir éxitos de los 60 como Do you love me, Love man o Big girls don't cry y luego incluir canciones nuevas. Ahí entra en juego The time of my life. LA CANCIÓN, con mayúsculas, de Dirty dancing.
Parece que estaba ahí desde el principio, pero no. Llegó justo el día antes de rodar la escena final. Una escena que, por cierto, les llevó grabar tres días.
¿Cómo ensayaron el baile de 'Dirty dancing' sin canción?
Si la escena final tardó tres días en grabarse no fue por falta de ensayo, fue por otras cuestiones. El baile estaba muy ensayado, pero no con música.
The time of my life fue descubierta por los responsables de la película en el último minuto. Era la última en la la lista de propuestas que tenían para esta escena.
Mientras tanto, se dedicaron a ensayar las coreografías con canciones que no iban a salir en la película. No era la mejor opción, sobre todo porque querían colar ahí una canción de Fine Young Cannibals que la guionista rechazaba insistentemente. La solución fue usar el famoso metrónomo.
El baile final se ensayó a ritmo de tic-tac, sin música, sólo con ese sonido.
Con The time of my life ya en las manos rodaron la escena. Tardaron tres días con jornadas maratonianas, que se prolongaban hasta las 3 de la mañana y un dolor insoportable para Patrick Swayze. El actor arrastraba una lesión de rodilla desde el instituto y en el salto final se volvió a hacer daño. Lo hizo entre 13 y 14 veces hasta que le dijo a un miembro del equipo: "Por favor, asegúrate que esta vez la cámaras lo recogen". La cámara lo grabó y la escena salió redonda.