DETRÁS DE LAS CÁMARAS

Jordi Cruz (MasterChef): su beso con Tamara Falcó, su polémica con los becarios y su actual novia

Jordi Cruz, en la recta final de la última edición de MasterChef 10, sigue sumando éxitos y siendo una de las caras más queridas y demandadas de la televisión. Está claro que el cocinero, de 44 años, le pone alma, dulzura y mucho sabor a todo lo que hace. No obstante, su vida no siempre ha sido un camino de rosas.

Jordi Cruz, jurado de MasterChef | GTRESONLINE

Europa FM

Madrid18/07/2022 20:02

Jordi Cruzes uno de los rostros más reclamados de la televisión y que más interés despierta. ¿La razón principal? Formar parte del programa de talento culinario más famoso de la televisión.

Porque ya sea en la edición de adultos, junior o Celebrity, siempre se convierte en protagonista de cada entrega por uno de sus comentarios. De hecho, gran parte de la audiencia le considera uno de los jueces más estrictos de la televisión española actual y en uno de los que más titulares genera.

Está claro que el chef catalán ha conseguido convertirse en uno de los hombres más deseados del país. Ya no solo por sus habilidades culinarias, que también, sino por su físico y su personalidad de tipo duro y disciplinado que muestra como juez del talent de cocina.

¿Pero qué se esconde detrás del "chico malo" de MasterChef? Te acercamos su vida personal, su gran polémica, su papel como jurado de MasterChef y su vida amorosa.

De delincuente juvenil a chef de renombre

Con el paso del tiempo, Jordi Cruz Mas se ha convertido en uno de los chefs más queridos y conocidos de nuestro país. Siendo el pequeño de seis hermanos, nació el 29 de junio de 1978 en Manresa en una familia humilde. El hecho de ser el benjamín de la casa le llegó a condicionar, en gran medida, su infancia.

De hecho, en unaentrevista con Risto Mejide en diciembre de 2017, el chef reconoció que cuando era pequeño se sentía muy "chiquitito": "Yo buscaba cariño desesperadamente, buscaba tener amigos, sentirme más integrado".

Según contó el cocinero de 44 años, buscaba de manera continúa el reconocimiento de la gente para que entendiesen que "este chaval no era tonto".

El desconocido pasado de Jordi Cruz

Poco a poco y con el paso del tiempo, ese Jordi Cruz, tímido y con poca seguridad en sí mismo, comenzó a enlazar un lío tras otro y alguna que otra anécdota. Tal y como le contó a Risto enChester, llegó a robar a su propia madre. "Un día le cogí dinero a mi madre, 10.000 pesetas, y compré chucherías para toda la clase", comentó con humor.

Además, confesó que en otra ocasión él y su hermano incendiaron un campo. Lo cierto es que, a pesar de todo, pasó de ser "un presunto delincuente" a tener una estrella Michelín. Así lo recordaba en otra ocasión viendo su evolución en la vida y después de llegar incluso a ser detenido por el robo de unos neumáticos.

Ahora bien, ¿Cómo comenzó su pasión por la cocina?

Sobre sus inicios entre los fogones, el catalán responsabiliza a su madre de sus primeras andaduras culinarias. De hecho, tal y como contó en la entrevista con Risto, la matriarca de los Cruz Mas, Roser Mas, se encontraba indispuesta y fuel el propio Jordi quien la relevó en la cocina.

Esta fue la manera con la que el pequeño del clan entró en contacto con el ámbito culinario creándose así una historia de amor, superación y aprendizaje que continúa hasta el día de hoy. ¿Su primera creación? Un plato de judías verdes con patatas a la edad de 7 años.

De acuerdo con el cocinero, a pesar de que de pequeño era "malo en todo", se dio cuenta de que la cocina era su gran talento: " Me di cuenta que para la cocina sí que tenía talento y decidí focalizar todo lo que tenía en esa disciplina".

La difícil relación con su padre

A pesar de la personalidad seria, fría y hasta chulesca que muestra el cocinero a través de la pantalla de televisión, Jordi Cruz nunca ha medido sus palabras al contar cómo le ha afectado a lo largo de su vida la compleja y dura relación que mantenía con su padre.

Según relató el catalán en el Chester de Risto Mejide, su padre comenzó a trabajar muy duro desde que tenía 12 años.

Esta circunstancia, acompañada a tener que sacar adelante a una familia con 6 hijos, provocó una frustración en él que se vio repercutida en su relación familiar: "Mi padre tenía una serie de frustraciones. Unas expectativas que no pudo cumplir y pasó sus últimos años enfadado un poco con la vida", contaba el prestigioso chef.

Por esta razón, el padre de Jordi siempre se mostró como una persona dura, distante, fría y con especial tendencia a enfadarse: "Yo soy de silicona. Tengo la misma enfermedad que mi padre. No saber sentir. Nunca me dijo te quiero ni yo a él", confesó.

Jordi Cruz puso todos sus esfuerzos en mejorar la relación con su padre y conseguir su aceptación. No obstante, no fue hasta que su progenitor contrajo una dura enfermedad, que el chef consiguió cerrar el círculo vicioso de peleas entre ambos.

Tanto es así, que Jordi ha admitido que incluso rezabapara poder decirle un "te quiero" a su padre antes de morir.

"El día que murió de alzheimer, pude mirar a esos ojos en los que no había nada y entonces pude decirle 'te quiero a mi padre", confesaba mientras recordaba cómo había sido uno de los momentos más duros de su vida​​.​​​​

No obstante, que tuviesen una difícil relación no implicaba que no estuviese orgulloso de él. De hecho, el padre de Jordi elaboró durante varios años un álbum donde iba colocando los recortes de prensa en los que se mencionaba a su hijo. Un detalle que emociona enormemente al catalán.

Un talento prematuro repleto de reconocimientos

Después de encontrar "una ventana" donde desarrollar su talento dentro del ámbito de la gastronomía, Jordi comenzó su formación en la Escuela Superior de Hostelería de Manresa y con tan solo 14 años se puso el uniforme y empezó a trabajar en el restaurante L'Estany Clar de Cercs, en Barcelona.

Poco a poco, Jordi fue mostrando su talento innato en los fogones y en 2004, con 26 años, consiguió su primera estrella Michelín, convirtiéndose en el chef más joven en hacerlo en España, y el segundo en el mundo en recibir con tanta precocidad este prestigiosos reconocimiento.

A partir de este momento, Jordi empezó a ganar decenas de reconocimientos en diversos concursos culinarios que le convirtieron en uno de los chefs con más futuro de España, entre ellos: El Campeonato de España para Jóvenes Chefs que obtuvo en San Sebastián el año 2002, el Premio Internacional de Cocina con Aceite de Oliva de Jaén, logrado en 2003 o el subcampeonato de España para Jóvenes Valores, Ciudad de Marbella en 2003.

En 2007 tomó la tajante decisión de abandonar el restaurante donde tanto había crecido y cosechado fama dentro del ámbito culinario, para convertirse en gerente y jefe de cocina del restaurante L'Angle del hotel Món Sant Benet, donde volvió a demostrar su talento haciéndose con otra estrella Michelín en solo cuatro meses.

Desde 2010 es el chef titular del Restaurante ABaC de Barcelona, tiene cinco estrellas Michelín si sumamos todas las que ha recibido en los diferentes restaurantes que tiene en marcha y es el responsable de otros dos restaurantes: A tempo y D'Or en Girona.

Por supuesto, en ambos aplica su peculiar y característico estilo de la cocina.

Este innegable talento en los fogones le llevó a ser uno de los jueces del exitoso formato de televisión Masterchef.

A partir de la primera edición del concurso, Jordi se fue labrando su imagen de frío, estricto y duro, convirtiéndose en el poli malo de la película. Según ha confesado el chef en una entrevista con La Vanguardia en junio de 2021, ha ido exagerando su papel de estricto porque es lo que pide su público.

"Al principio Pepe Rodríguez quiso ser el duro pero con lo tierno que es era imposible. Me di cuenta que el único que tenía esa capacidad era yo. Además soy nada gracioso", contaba el catalán.

De esta manera, Jordi Cruz decidió tomar el rol de "chico malo" dentro del jurado de Masterchef: "Nadie me dijo que tenía que ser el borde pero vi que me enfocaba más la cámara y yo quería cámara", revelaba Jordi.

Además, en la entrevista con La Vanguardia, Cruz se describió como una persona muy equilibrada, amante del buen rollo y enemigo de las discusiones: "Soy una persona que jamás va a ir a un restaurante a decir este plato está mal, sino que siempre trata de buscar la parte positiva".

Los becarios: la gran polémica de Jordi Cruz

A pesar de que siempre ha tratado de mostrarse discreto y comedido ante la opinión pública, no es tarea fácil estar exento de polémicas.

El uno de mayo de 2017, Jordi Cruz se posicionó en el punto de mira cuando un medio digital publicó un reportaje donde mostraba las condiciones en las que vivían los estudiantes en prácticas de los locales del chef.

Todo esto acompañado de unas declaraciones donde el chef defendía que los becarios que trabajaban en los restaurantes no recibían ningún sueldo a cambio.

¿La consecuencia? Una campaña en contra de Jordi que incluso llegó a altas esferas políticas y se convirtió en tendencia en redes sociales acompañada de mensajes muy negativos.

Algunos sindicatos llegaron a denunciar los negocios de Cruz para que sufrieran inspecciones. Cabe destacar que a día de hoy no se ha encontrado nada ilegal en los contratos que realiza el chef.

Jordi explicó toda la polémica en una entrevista junto a su migo Risto. Habló de la situación como una "cerda mentira" y afirmó que hizo "mucho daño" a sus seres queridos.

"Llegaron a publicar que había comprado un palacete por tres millones de euros con mi pareja aprovechando toda la polémica de los becarios. ¿Sabes quién vive en ese palacete? Mis estudiantes en prácticas", decía con cierto tono de indignación.

El polémico beso entre Jordi Cruz y Tamara Falcó

¿Recuerdas cuando Tamara Falcó y Jordi Cruz se besaron ante las cámaras en noviembre de 2019? ¿Recuerdas que Tamara dijo luego que se había venido arriba por la victoria en MasterChef Celebrity? ¿Y Recuerdas que eso fue antes de comenzar su relación con Íñigo Onieva?

Lo cierto es que el romántico gesto entre la ganadora del formato televisivo y el miembro del jurado sigue dando mucho de qué hablar, incluso a día de hoy.

No obstante, lejos de ser un gesto inocente, la diseñadora de 40 años reveló en su visita al programa en noviembre de 2021 lo que todos sospechábamos: había intenciones más allá.

"Cuando me enteré de que tenía novia fue una sorpresa, pero la verdad es que me alegro mucho por él".

La sinceridad de la colaboradora de El Hormiguero recibió la respuesta inmediata de Jordi Cruz. El cocinero y juez quiso quitarle hierro al asunto y puso el peso en Íñigo Onieva, novio de Tamara desde noviembre de 2020. "Pues yo cuando me enteré de lo de Iñigo no me hizo gracia", dijo Cruz con tono sarcástico.

Su discreta historia de amor con Rebecca Lima

A pesar de sus esfuerzos por mantenerse lejos de los focos de la prensa rosa, esto no ha evitado que sus relaciones causen siempre interés por parte de sus seguidores y de los medios de comunicación.

Si bien se llegó a rumorear un posible romance entre el chef catalán y la presentadora de Masterchef Eva González, ambos se encargaron de desmentirlo por activa y por pasiva.

"Al principio me hizo gracia, pero cuando me vi en tantas revistas me di cuenta de que se les había ido de las manos. Y menos mal que luego volvió con Cayetano. Eva y yo somos muy buenos amigos", confesaba en En la tuya o en la mía, con Bertín Osborne.

Desde que dio su salto a la fama, Jordi Cruz mantuvo una relación de más de ocho años con Cristina Jiménez, jefa de recepción en su restaurante ABaC. Sin embargo, esta relación acabó en 2019 sin que los motivos de la ruptura trascendieran en la prensa.

Pero para desgracia de muchas, poco duró el catalán en el mercado, ya que, a los pocos meses de hacerse pública la ruptura con su expareja, se pudo ver que Jordi había encontrado de nuevo el amor.

¿La afortunada? Rebecca Lima, de 27 años y original de Brasil. La joven alterna sus faceta como propietaria de una marca de bikinis y ropa interior, con la profesión de arquitecta.

A pesar de que ya se les había visto juntos en varias ocasiones, fue en MasterChef Junior donde la joven se dio a conocer públicamente como la pareja de Jordi Cruz. Rebecca le dio una sorpresa a su pareja y degustó los platos elaborados de los niños junto a la familia del catalán.