¿Es latina Jenna Ortega? La polémica con sus raíces y las críticas que ha recibido
La actriz Jenna Ortega se ha visto envuelta en una reciente polémica por autodefinirse como latina, mientras que algunos miembros de la heterogénea comunidad latina de EE.UU. argumentan como factor en contra que no domine el español.
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La actriz Jenna Ortega se ha destapado como una de las estrellas juveniles con más proyección de los últimos años. Con apenas 21 años ya ha formado parte del elenco de sagas tan icónicas como Scream o Parque Jurásico, ha protagonizado la producción de Netflix Miércoles y, ahora, se encuentra en plena promoción de Beetlejuice, Beetlejuice.
Una exposición mediática que ha colocado a la californiana en el centro de la actualidad y, con ella, a ser una de las personalidades más comentadas del panorama, sobre todo, por su autodefinición como latina.
El propio nombre de Jenna Ortega ya denota que la joven actriz tiene ascendencia hispánica, lo que la sitúa en el espectro latino por parte de la sociedad norteamericana, sin embargo, otros miembros de esta comunidad recelan de este calificativo para la intérprete por elementos como su falta de fluidez a la hora de hablar en español.
“Soy 75% por ciento mexicana y 25% por ciento puertorriqueña”, argumentó Jenna Ortega en una entrevista con Pop Sugar. Edward Ortega, padre de la joven, es mexicoamericano y su madre, Natalie, tiene herencia mexicana y puertorriqueña.
“El padre de mi madre nació en Puerto Rico, se trasladó a Nueva York con su familia cuando era un bebé y luego se mudó a California”, explicó en la misma entrevista, “Mi bisabuela por parte de mi madre emigró de un pequeño rancho cerca de Sinaloa, México. Llegó a los Estados Unidos como inmigrante ilegal con la esperanza de mejorar la vida de sus cuatro hijas”.
Sin embargo, parece que estos orígenes hispanos no son suficientes para otros miembros de la heterogénea comunidad latina de Estados Unidos, que de cuando en cuando reprochan sus falta de habilidad con el castellano, derivada del poco uso que hacían del idioma en su casa familiar cuando era pequeña.
“Me mantengo al tanto y me aseguro de que puedo entender las cosas. Veo videos en español, leo artículos en español. Si te hablara en español, mi gramática sería un desastre al 100 %. Te lo garantizo. ¿Mi tía Emma se reiría de mí? Claro que sí, pero creo que también le encantaría que lo intentara y claro que lo voy a intentar. Eso es lo que importa”, ha explicado.
Una polémica que Ortega ha decidido asumir de primera mano, demostrando la importancia que le ha dado a una cuestión tan personal como la percepción. “Hay mucha presión, pero he aprendido a hacerla menos externa y más interna. Mi herencia mexicana y puertorriqueña es tan hermosa (...) Quiero estar más conectada con mi cultura. La diferencia es que ahora quiero hacerlo por mí y no por los demás, lo que me parece increíblemente importante, hacer esa distinción y ser consciente de ello”.
Además, se ha congratulado públicamente de tener las herramientas necesarias para abrazar su herencia latina. “Mi familia ha mantenido vivas algunas tradiciones. Cuando era niña, tenía una piñata en todas mis fiestas de cumpleaños. ¡Los amé! También tenemos tamales todos los años en Navidad; ¡Son deliciosos! Hablando de comida, mi papá hace tacos y carne asada increíbles y mi madre hace los mejores frijoles caseros”.