Quién es 'Paca la Piraña', el icono trans y gran amiga de La Veneno
Paca la Piraña se ha convertido en uno de los rostros más conocidos del activismo trans en nuestro país, situándose como una de las grandes portavoces del colectivo. Sin embargo, su vida ha estado llena de dificultades desde su infancia.
A pesar de que nació en Almería en julio de 1962 con otro nombre, la identidad de Francisca Aracil Cáceres se ha ido forjando desde bien pequeña hasta convertirse en Paca la Piraña. Aquí desgajamos algunos detalles de su vida personal para acercar a este icono del activismo trans.
Su infancia en un internado
Nacida en el seno de una familia humilde, la infancia de Francisca Aracil estuvo marcada por su paso por un internado a los ocho años, debido a la profunda depresión por la que estaba pasando su madre. "Para mí fue muy duro que me separaran de mi madre, yo era una mariquita muy madrera", explicó en una entrevista en el programa LUN.
Una distancia de su gran protectora que, además, se acentuaba con el hecho del acoso que sufría por parte del equipo directivo de la institución. "El director era muy franquista, me sacaba al patio del colegio y amenazaba con cortarme el pescuezo con un serrucho de carpintería; me meé encima del miedo".
Sin embargo, tras un tiempo interna, cuando su madre “llegó incluso a pegar a algunas de las monjas del colegio con un palo por lo que me hacían pasar”, terminó abandonando el centro y comenzó a trabajar con tan solo 12 años en un bar de su barrio, antes de conseguir hacerse con el título de peluquera.
Amiga de La Veneno
Tal y como retrató la miniserie de Atresplayer Veneno, dirigida por Los Javis, Paca la Piraña fue una de las mayores amigas de la famosa Cristina Ortiz. Una larga relación que se remonta a los tiempos en los que La Veneno saltó a la fama gracias al programa Arde Mississippi.
Un vínculo que duró muchos años, llegando incluso a ser la casa de Francisca el primer hogar de la vedette justo después de cumplir su pena en la prisión de Aranjuezen el año 2003.
Sin embargo, tal y como relató al programa Equipo de Investigación, la relación se rompió después de que Cristina dijese en un programa de televisión que La Piraña le había robado varios millones de pesetas. “Le dije estas palabras: lo mismo que has dicho que yo te he robado, tienes que decir que es mentira”, detalló.
Una acusación que hizo que ambas se distanciasen mucho y Paca no pudiese despedirse de su amiga en el momento de su muerte. “Yo pensaba que se iba a poner buena (...) Cuando dijeron que se había muerto, a mí se me encogió el corazón, y todavía lo tengo encongido”, describió ante las cámaras.