EN MÉXICO

Un joven de 18 años crea un sujetador que ayuda a detectar el cáncer de mama

El chico, de origen mexicano, empezó a desarrollar este invento después de detectasen cáncer de mama a su madre.

Diagnosticar el cáncer de mama | Agencias

Europa FM

Madrid 05/05/2017 17:06

Julián Rios, un adolescente mexicano, sabe perfectamente qué es pasar por un cáncer. Desde que tenía 13 años ha acompañado a su madre, Graciela, que ha estado al borde de la muerte dos veces a causa del cáncer de mama.

Desde hace años, Julián ha visto cómo su madre se sometía al sufrimiento de la quimioterapia y ha sentido muy cerca los síntomas y efectos que conlleva esta enfermedad. A Graciela le detectaron el primer tumor cuando tenía 45 años y consiguieron extirparlo a tiempo, pero con el segundo no tuvo tanta suerte, por lo que tuvo que someterse a una mastectomía.

Julián, con tan solo 18 años, ha decidido ayudar a todas esas mujeres que al igual que su madre padecen esta enfermedad. Ha desarrollado un sujetador que puede ayudar a detectar el cáncer de mama.

El joven ha creado, junto a tres compañeros, el sujetador Higia Technologies y consiguieron desarrollar el primer prototipo de este sujetador. Ellos son José Ángel Lavariega, Jose Antonio Torres y Fernando López Martínez.

Sujetador capaz de detectar el cáncer de mama | Higia Technologies

El mágico sujetador se llama "Eva" y funciona detectando cambios de temperatura y textura en la zona mamaria a través de biosensores. Analiza la piel del pecho para registrar todos los cambios en una aplicación que se puede consultar en el móvil.

Estos análisis responden a que cuando hay un tumor en el pecho, se incrementa el volumen de sangre y aumenta la temperatura corporal. De esta manera es capaz de detectar qué área del pecho tiene problemas y en caso de notar alguna anomalía, recomienda hacer una visita al médico, tal y como lo cuenta Julián Rios en el diario El Universal.

"Que las mujeres sepan que en un futuro existirá un método diferente para la detección", promete el joven creador.

Este invento podría tardar unos años en conseguir los permisos suficientes para ser comercializado y apto para utilizar, pero supone un gran avance en la lucha contra el cáncer de mama. Por ahora, continúan con la investigación con ayuda del Tec de Monterrey.