Los niños que se chupan el dedo desarrollan menos alergias, según un estudio
Uno de los hábitos de los bebés que más nos cuesta a los padres quitar es el de chuparse el dedo. Y es que además de generar un vicio difícil de eliminar, puede afectar a la salud bucodental si continúa durante la infancia. Sin embargo, un estudio reciente demuestra que podría tener sus ventajas respecto al sistema inmunológico.
El estudio realizado por la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, concluye que la succión de los pulgares, y posteriormente comerse las uñas- , aumenta sensiblemente la exposición a agentes microbianos lo que incide directamente en el sistema inmune, protegiendo a los bebés contra el desarrollo de alergias. Este hábito lo adquiere un 41% de los niños de entre 3 y 7 años.
En base al análisis del resultado de las pruebas de alergias a más de un millón de niños a los 5 años, los 7, los 9 y los 11, y repitiendo esas pruebas años después, el estudio extrae que aquellos que se chupaban el dedo o se comían las uñas (un 31% de la muestra), tuvieron menor riesgo de atopia a los 13 y a los 32 años. De hecho, de los pequeños que tenían ambos hábitos solo un 40% tenía alguna alergia.
Este estudio, publicado en la revista Pediatrics, no anima ni mucho menos a fomentar estos hábitos entre los pequeños, pero desde luego alivia un poco a esos padres que ven desesperados cómo sus hijos hacen caso omiso a sus recomendaciones y siguen chupándose el dedo o mordiéndose las uñas. ¡Hay que ver el lado positivo!