Van a la moda: vacas con mascarilla
Juanma Romero conversa con sobre la fabricación y uso de estas novedosas, aunque también polémicas, mascarillas.
¿Sabíais que los eructos de las vacas contribuyen a los gases del efecto invernadero y, por tanto, al cambio climático? Es por eso que, la multinacional Cargill, comenzará a vender mascarillas especiales para las vacas. La intención no es otra que reducir las emisiones de metano. Parece una broma, pero no lo es.
Llevamos más de un año conviviendo con las mascarillas y, a estas alturas, todos parecemos entender un poco más sobre modelos y su funcionalidad, pero…¿mascarillas para vacas? Resulta que el ganado es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero y hay quien ha visto la oportunidad de hacer un buen negocio con ello.
El tema es polémico, porque entraña muchas aristas, que abarcan desde la responsabilidad hasta el cuidado del medio ambiente. Pero resulta, casi, inevitable que no se nos dibuje una sonrisa cuando leemos que han diseñado mascarillas para estos animales.
Las vacas no solo liberan metano a través de sus eructos, también lo expulsan por su nariz. Existen otras iniciativas para minimizar el impacto, como la fabricación de un pienso especial. No obstante, el producto que hoy concentra todas las miradas del mercado es la mascarilla que ha creado la compañía Zelp.
Las mascarillas para vacas
La mascarilla está confeccionada con un plástico flexible y pesa menos de 100 gramos. En su interior dispone de unos ventiladores que se alimentan mediante unas baterías que se cargan por "placas solares y se van recargando", nos cuenta Dani Ponce, veterinario, que además, nos da detalles sobre su "su vida útil", la cual, se estima, sea de "unos cuatro años".
La mascarilla se coloca en la nariz del animal para así contener el metano que liberan y, gracias a un filtro, convertirlo en dióxido de carbono. Se supone que las mascarillas pueden cumplir su objetivo correctamente: la reducción, hasta un tercio, de las emisiones diarias de los eructos de una vaca. De todas formas, hay que esperar, porque las mascarillas no han pasado todas las pruebas pertinentes. Si todo va bien, se espera que se puedan comercializar de cara al 2022.
El estómago de las vacas contiene unos microbios que son esenciales para poder procesar las fibras más densas de los pastos que ingieren. Así es como el alimento de las vacas se fermenta en su interior. Sin embargo, estos microbios son los responsables de la producción del metano que emiten las vacas cuando eructan.