Carme Pinós, arquitecta: "Un buen edificio es el que es capaz de convertir los sitios en lugares"

La arquitecta Carme Pinós, una de las arquitectas más reconocidas de España, ha tenido que remar mucho para llegar donde ha llegado. Siempre consideró que la arquitectura es un campo eminentemente masculino, pero eso no le frenó para perseguir su sueño. Creía en ella misma y eso es lo más importante. "Debemos encontrar lo que nos mueve y procurar dedicarnos a ello. Vamos a disfrutar más de la vida si pasamos las horas haciendo lo que nos gusta".

"Me apasiona la arquitectura porque es lo que nos hace seres sociales", comenta Pinós en su colaboración con Buscando Vocaciones de la Universidad Europea de Madrid y Atresmedia Radio para ayudar a los jóvenes a decidir sobre su futuro. "Es el ámbito donde nos relacionamos, donde socializamos. [...] Creamos espacios para generar historias". Para ella, el trabajo de un arquitecto está más cerca del de un director de cine que del de un escultor.

Pinós defiende que la arquitectura es un aprendizaje constante. Porque para poder diseñar un edificio tienes que conocer la cultura del lugar en el que trabajas. "Trabajar en México no es para nada lo mismo que trabajar en Europa o trabajar en Australia". Su experiencia le dice que un arquitecto tiene que empaparse de la cultura de la sociedad a la que va a servir.

La arquitectura, una auténtica vocación

La elección de su futuro no fue difícil para Pinósa: siempre se ha sentido un poco arquitecta. De pequeña su padre le hablaba de arte y le llevaba a visitar pueblos con encanto, y ella ya iba pensando cosas como "aquí pondría más geranios, esta calle la pavimentaría distinto…"

Pinós ha trabajado por todo el mundo. Sus obras están repartidas por toda Europa y América y ha dado clases en la Universidad de Columbia y en la Universidad de Harvard, entre otras. Y claro, siempre dicen que ha triunfado por haber logrado tanto reconocimiento. Sin embargo, Pinós insiste en que su triunfo está en ser feliz con lo que hace. "Cuando tú sabes tus límites los fuerzas, porque el ser humano siempre quiere tirar para adelante".