RELATO DE RAÚL MORALES

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Europa FM

Europafm.com13/03/2014 20:30

Nunca pensé que una simple frase pudiera cambiar mi vida por completo. Unas palabras, un puñado de letras, un breve mensaje cuyo significado es extremadamente importante para mí. De hecho, de no ser por ellas, yo ahora mismo estaría muerto.

Todo ocurrió cuando vi a mi madre llorar por enésima vez. Con la cabeza hundida entre las rodillas, sollozando en el asiento del coche junto a nosotros.

Aquel día nos habían deshauciado. Estábamos en la calle; bueno, más bien en el coche de mi difunto padre, intentando sobrevivir a la gélida temperatura que helaba las calles en el exterior de la oxidada carrocería.

Mi hermano pequeño se ajustó el pañuelo azul que llevaba sobre su calva y abrazó a mi madre, lo que le hizo llorar aún más.

¿Qué iba a ser de nuestras vidas? Una familia en paro, sin hogar, mi hermano luchando contra su enfermedad y yo intentando no suicidarme y dejarlo todo.

-Todo irá mejor. -intenté calmarles.

Quise hacerles olvidar aunque sólo fuese por un momento el dolor, así que encendí la radio del coche y oí la voz de un chico bastante majo presentando un programa de radio. Al parecer se llamaba Josep Lobató. Con él había tres chicas bastante simpáticas: Laura, Sara y Puchi. Este último nombre provocó una breve carcajada a mi hermano.

-Puchi... -repitió sonriente. Su primera palabra.

Hablaron de diversos temas. La gente llamaba contando sus problemas, de gravedad parecida al nuestro, y sorprendentemente, los locutores conseguían animarles, sacarles una sonrisa y empujarles a luchar contra sus problemas.

Aquel programa me animó considerablemente. Si toda esta gente superaba sus dificultades, ¿por qué nosotros no íbamos a hacerlo?

Inmediatamente palmeé la espalda de mi madre, sonriente. Ella me miró con ternura, y le dije:

-Todo irá genial, te lo prometo.

Dicho esto le abracé con fuerza, fue un abrazo eterno, que me encantó. Miré la pantalla de la radio, para ver cuál era el nombre de aquel fantánstico programa. Nunca olvidaré la frase que leí:

PONTE A PRUEBA