Víctor Palmero: "En Barcelona pasó una cosa muy fuerte: dos espectadores tuvieron sexo"
Víctor Palmero se despide esta semana de Johnny Chico, un monólogo que le ha dado grandes alegrías, muchos aplausos y le ha hecho vivir una situación surrealista. En la representación de Barcelona dos espectadores tuvieron sexo en el patio de butacas. Se lo ha contado con detalle a Ana Morgade y Valeria Ros.
Johnny Chico es una oda contra la LGTBIQ+ fobia contada a través de la vida de un joven marginal. Ese joven es el actor Víctor Palmero, que ha venido este lunes al parquecito de yu, No te pierdas nadapara hablar de la obra de la que se despide este domingo 3 de julio.
"Es un que le den al género, qué más da ser él o ella si, cuando nos desnudamos, más allá de lo evidentemente físico, todos somos un poco lo mismo", ha dicho a Ana Morgade y Valeria Ros al empezar la entrevista.
Víctor describe Johnny Chico como una obra muy punk, muy poliédrica, con sexo y drogas, y en la que él mismo se mete en la piel de varios personajes. "Para contar la historia hay muchos personajes y a mí me apetecía contar con una especie de personalidad múltiple, en la que Johnny se desdobla en su madre; en un camionero con el que se cruza; en Perla, una travesti argentina venida a menos que aparece en su viaje de autodescubrimiento a Madrid...", ha añadido, para luego insistir: "Todos somos lo mismo, coño".
Esta idea parte del texto inicial, un texto de los 90 que se ha convertido en una especie de espectáculo chiquitito multidiciplinar: "Quien viene a verla se va tocada y se ha convertido en un trabajo superespecial".
Johnny, un interrogante en sí mismo
Víctor Palmero describe a Johnny Chico, el protagonista de su obra, como "un interrogante en sí mismo, una persona que se pregunta todo el tiempo quién es".
"Yo me siento muy identificado con ese punto de interrogante porque esta obra me ha dado mucho para pensar porque tengo 32 años y me preguntas quién eres y no sabría decirte. Vivimos en una sociedad con tantos estímulos que nos cuesta mucho mirar en nuestro interior", ha explicado sobre este símil.
Como actor se pasa mucho tiempo leyendo guiones ajenos y conociendo personajes que tiene que interpretar. "Creo que he despreocupado un poco a Víctor y creo que me encuentro en un momento de autoconocimiento en que empiezo a saber responder esas preguntas", ha dicho Palmero, recordando la importancia de cuidarse y cuidar nuestra salud mental.
La anécdota más surrealista en el teatro
Víctor Palmero ha vivido grandes momentos con Johnny Chico y uno muy surrealista en Barcelona. "Nos pasó una cosa muy heavy", ha contado a Ana y a Valeria. "Dos espectadores tuvieron sexo durante el monólogo. Aprovecharon toda la obra".
Lo ha relatado con detalle: "Fue un día que estaba todo el público delante y yo es verdad que escuchaba ruidos pero lo último que me imaginé era eso".
En un momento salió del escenario para ir a la parte de atrás y le dijo a su productor: "Oigo ruidos". "No te rayes, no te rayes", fue su respuesta, y siguió con la obra.
Al acabar la función vio a dos personas en la parte de atrás y le resultó raro. "Ya cuando volví al camerino me dijeron: 'Nos sorprendió que no te dieras cuenta de lo que estaba pasando porque los sonidos eran muy evidentes'... El público les aplaudió incluso, pero no con entusiasmo", contó el actor cuya anécdota llegó cuando Valeria le preguntó para quién es esta obra.
"Volviendo a tu pregunta, que me he ido un poco por peteneras, es una obra para todo el mundo. Es verdad que nosotros decimos que no es recomendada para menores de 16 pero hay padres que han traído a sus hijos con 12 años porque les interesa ver este tipo de mensajes para luego hablar con los hijos del temas. Pero sobre todo es una obra que va a disfrutar el colectivo, es una obra muy necesaria para todo lo demás. Hay tramas para todos los públicos".
"Me hubiese extrañado que no hubiese funcionado"
Víctor Palmero está a las órdenes de Eduard Costa, su profesor de teatro de los 14 a 18 años, quien junto a él no deja de sumar premios.
El actor, que empezó con el proyecto y propuso a Eduard como director, reconoce que no le ha sorprendido este éxito. Lo raro para él hubiese sido otra cosa.
"Me hubiese extrañado que no hubiese funcionado y aún así ha superado mis expectativas. Ha sido un honor que los compañeros de profesión valoren el curro y que un mensaje escrito en los 90 siga estando de tan triste actualidad. Ha sido muy especial y muy bonito, la verdad".
Puedes ver aquí la entrevista completa