¿Qué fue de Guillermo Furiase padre? Así ha sido su vida tras separarse de Lolita Flores
Guillermo Furiase cobra protagonismo este sábado en la boda de su hija Elena Furiase y Gonzalo Sierra. Es el padrino en una ceremonia que supondrá el reencuentro con el clan y que llevará muchos a preguntarse por la vida de ex de Lolita Flores y protagonista de una de las bodas más mediáticas de la historia.
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Han pasado 26 años desde que Guillermo Furiase y Lolita Flores anunciaron su separación. Fue en 1995 cuando la pareja puso fin a su matrimonio y el argentino, que había estado en el foco de la prensa rosa durante años, fue poco a poco desapareciendo de la primera línea. Este sábado 18 de septiembre vuelve a captar la atención de las cámaras en uno de los eventos más esperados del clan Flores, la boda de su hija Elena Furiase y Gonzalo Sierra, que supondrá también el reencuentro de la expareja.
Es la vuelta a escena de Guillermo Furiase, del que muy poco se ha sabido en este tiempo. ¿Se ha vuelto a casar? ¿Ha tenido más hijos? ¿Dónde vive?
Poco se sabe de la vida actual del argentino, que nació hace 65 años y que hoy vive en Madrid, cerca de sus dos hijos y de su nieto, Noah. Precisamente una de las últimas apariciones públicas fue junto al pequeño ejerciendo de abuelo.
El susto de 2015
Guillermo Furiase vive una vida tranquila después del susto que se llevó el 10 de enero de 2015 cuando sufrió un grave infarto cerebral. A pesar de que actualmente no tiene secuelas, el argentino tuvo que enfrentarse a muy duros meses de recuperación.
Durante este tiempo, Lolita estuvo muy pendiente de su estado de salud y su evolución, especialmente por sus hijos. De hecho, se trasladó a casa de su ex hasta que se recuperó completamente. La propia Lolita conto a los medios que "no le habían quedado secuelas tras el infarto sufrido”.
Se confirmaba así que la relación de la expareja, protagonista de una de las bodas más recordadas de la historia de España, era cordial y sana.
Los problemas de Guillermo en 2011
El susto de Guillermo Furiase llegó cuatro años después de que un capítulo en la vida de su hija Elena lo pusiese en el punto de mira.
Entonces, el argentino era mánager de su hija —a él le debe sus primeros papeles en series como El internado y El libro de las aguas—, lo que le obligó a salir ante los medios a hablar de los problemas de salud de su hija. Lo acusaron de no ser demasiado claro con la información que aportó sobre el estado de salud de la joven cuando ésta se desmayó en un camerino antes de presentar en Valladolid la obra Crimen perfecto.
"Me llamó el novio de mi hija para que fuera al camerino, donde me encontré a una persona sin fuerzas. Había que comenzar el segundo acto y Elena estaba agotada. No sabíamos qué ocurría, pero todos entendimos que no estaba bien. Nos quedamos su madre y yo con ella, la tranquilizamos y ella decidió acabar la función. Nos pusimos cerca del escenario porque nuestro miedo era que en cualquier momento se cayera", dijo sobre su hija, de la que los rumores dijeron que había sufrido miedo escénico. Finalmente se le diagnosticó una anemia severa que ha llevado a la joven a dedicar su tiempo a cuidar su salud, siguiendo una dieta saludable y descansando. Tuvo incluso que rechazar un papel en la serie Bandolera.
El día que murió Antonio Flores
No fue este el único momento complicado al que tuvo que enfrentarse Guillermo Furiase, que antes de ser mánager de su hija, lo fue de su cuñado Antonio Flores. La separación con Lolita fue uno de los eventos más seguidos por los seguidores de los programas del corazón y lo puso también en el punto de mira.
Aquel 1995, Lolita Flores perdió a su madre, y, quince días después, su hermano apareció muerto en la casa familiar de Alcobendas por una sobredosis.
La misma noche en la que murió su cuñado, Guillermo Furiase no durmió en casa y se fue a un hotel. Una semana después, el exmarido de Lolita se fue a Buenos Aires con su hija Elena. Las razones que dio a los medios de comunicación fueron su “mal estar físico y psíquico”, su “sentimiento de soledad” y el deseo de darle a Lolita “el espacio que ella necesitaba”. Poco después se confirmó la separación de la pareja aunque antes Guillermo tuvo que enfrentarse a acusaciones por abandono del hogar.
“Era más importante llorar las muertes de Antonio y de Lola que la de nuestra propia separación”, afirmó el argentino a varios medios en el verano de 1995. Se supo entonces la separación comenzó a “fraguarse” tres meses antes de que La Farona falleciese, pero que la prioridad en ese momento era otra. Según explicó, los dos hijos de la pareja pasaron esa época con él.